Las apuestas de los gobernantes madrileños para reactivar la economía de la región tenían los pies de barro. La alcaldesa de la capital, Ana Botella, confiaba en los Juegos de Madrid 2020 para hacer olvidar la deuda municipal, mientras que el presidente de la Comunidad, Ignacio González, vincula la creación de riqueza a la llegada del complejo de ocio de Eurovegas. Sin embargo, la primera ya ha perdido su gran apuesta, tras la elección de Tokio para 2020; y el segundo todavía no las tiene todas consigo, ya que el proyecto de Adelson continúa a expensas de que el Gobierno central permita fumar en los casinos.

La decepción olímpica de Botella podría ser la puntilla a su futuro político al frente del Ayuntamiento de Madrid. Según fuentes del Partido Popular, los Juegos eran la última baza que le quedaba a la alcaldesa de Madrid para presentarse como candidata en las elecciones municipales de 2015. Sus propios compañeros aseguran que Ana Botella está "suficientemente amortizada" y que "su perfil es muy bajo", con lo que no ven probable que continúe en Madrid en la próxima legislatura.

La otra gran apuesta de los dirigentes madrileños (Eurovegas) todavía tiene posibilidades, aunque su futuro se mantiene en el aire. En este caso, el impulsor de la ciudad de los casinos es Ignacio González, que ha heredado el empeño de su antecesora, Esperanza Aguirre. La Comunidad ha apostado alto para atraer este complejo, bajo la promesa de una inversión de 17.000 millones de euros y de crear decenas de miles de empleos. El interés de González llega hasta el punto de que se han realizado polémicos cambios legales, como una reducción de los impuestos por el juego, la creación de una nueva figura urbanística a la medida de Eurovegas y cambios para permitir que los menores de edad entren en los casinos.

Pero todo esto podría ser insuficiente si el Gobierno central no cede en una de las principales exigencias de Adelson: una modificación en la Ley Antitabaco para permitir fumar en los casinos. Durante meses, los miembros del Ejecutivo (la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y la ministra de Sanidad, Ana Mato, entre otros) han lanzado mensajes contradictorios: la ministra afirmó categóricamente que la ley no se cambiaría, pero la vicepresidenta matizó que podría hacerse "para atraer inversiones". En una reunión en Moncloa, Rajoy aseguró a Adelson que permitiría el tabaco, pero el magnate le pidió garantías por escrito como condición para avanzar en el proyecto.

Ahora, el Gobierno vuelve a enfriar las expectativas. Este lunes, en una respuesta parlamentaria, aseguró que "en el momento actual" no se prevé "ninguna propuesta de modificación" de la ley. Esta frase deja en el aire la construcción de Eurovegas, que debería comenzar en diciembre con la colocación de la primera piedra. De hecho, la consejera de Empleo madrileña, Ana Isabel Mariño, recordó este martes que el complejo está sujeto "a algunos flecos" que debe resolver el equipo de Rajoy.

Por su parte, Las Vegas Sands (LVS) asegura que su proyecto sigue en marcha con normalidad. "Nada ha cambiado desde que se presentó el estudio de viabilidad", a finales del pasado julio. Ahora, la empresa norteamericana está a la espera de que la Comunidad abra el concurso público para adjudicar la construcción de Eurovegas. Por otro lado, LVS continúa con su expansión por Asia y busca emplazamientos para otro complejo de ocio en Tokio. Sin embargo, la compañía niega que este interés tenga que ver con los Juegos de 2020 y asegura que el fracaso olímpico de Madrid no va a afectar a sus planes para Eurovegas.