Postales fotográficas, imágenes de fantasía y extravagancia para los comienzos del siglo XX

  • Con el abaratamiento de la producción masiva, las postales permitían por primera vez compartir imágenes con despreocupación.
  • Para las estampas los estudios escenificaban con personas anónimas visiones fantásticas, misteriosas, cómicas o dramáticas que además retocaban.
  • Una muestra destaca el papel de estas obras populares como antecesoras del surrealismo de los años veinte y treinta y también del retoque fotográfico actual.
'Sueño', postal editada por la Sociedad Industrial de la Fotografía, en París, en torno a 1905
'Sueño',  postal editada por la Sociedad Industrial de la Fotografía, en París, en torno a 1905
Société Industrielle de Photographie, Paris, France - The Finnish Museum of Photography
'Sueño', postal editada por la Sociedad Industrial de la Fotografía, en París, en torno a 1905

La edad de oro de la postal fotográfica tuvo lugar a comienzos del siglo XX, cuando emergía el interés por la cultura popular en las grandes ciudades. El auge del cine, el erotismo, el circo y los espectáculos de variedades, la generalización de nuevos hábitos supuestamente sofisticados como tomar el sol o inventos como el avión estimulaban la imaginación de los estudios de fotografía para capturar escenas ensoñadoras, sensuales y fantásticas.

El Museo Finlandés de Fotografía de Helsinki (Finlandia) expone hasta el 15 de diciembre una rica colección de 500 de estas irresistibles postales en Surrealismia ja silmänlumetta - 1900-luvun alun valokuvakorteissa (Ilusionismo surrealista - Fantasías fotográficas de pricipios del siglo XX).

Una naranja convertida en globo aerostático ilustra a una pareja de recién casados disfrutando de su "luna de miel californiana" en 1910. Dos niños posan con cierta inpaciencia, asomando de unos binoculares gigantes y con la ropa y los labios coloreados después en el estudio. En una postal fechada alrededor del año 1905 cinco mujeres jóvenes bailan flotando en el aire, representando las fantasías de un hombre que sueña despierto mientras descansa en un banco de piedra.

El misterio, el chiste, la diva anónima

En la sorprendente variedad hay cabida para la visión fantásica, el misterio, el chiste, la divertida puesta en escena, las divas anónimas, la burla y la seriedad dramática. Las postales eran viñetas que por fin, con el abaratamiento de las técnicas de producción masiva, podían ser compartidas con despreocupación y distribuirse en varios países. La solemnidad de los primeros posados decimonónicos ya no era obligatoria.

Tras las I Guerra Mundial el furor de las postales —estampas que se regalaban en las cajas de cigarrillos, se compartían, se exhibían y también se ocultaban según su naturaleza prohibida— disminuyó, pero la extravagancia y las imaginativas técnicas de modificación fotográfica calaron en el arte.

Del cubismo sintético al collage más descabellado propuesto por el surrealismo, las fotos imposibles, coloreadas, recortadas y escenificadas de manera extravagante también influyeron en las vanguardias de la época. Los organizadores aluden al código onírico y subconsciente de muchas de las escenas —protagonizadas por personajes anónimos y hechas con medios modestos— como una antesala del surrealismo que se desarrolló en los años veinte y treinta.

Predecesores del Photoshop

El fenómeno duró en torno a dos décadas, pero resultó en millones de estas imágenes que ahora son artículos de colección. Desde el punto de vista actual, la postal fotográfica resulta fascinante por las técnicas de fotomontaje que ya se empleaban en ese momento.

La multiexposición y el añadido de dibujos son dignos antecesores del Photoshop, el coloreado a mano era la solución a la falta de un proceso fotográfico industrial a color. Estas técnicas artesanales contribuyeron a que ahora las instantáneas se presenten ante el espectador moderno como únicas, sintéticas en sus tonos y de planteamientos incomprensibles, enigmáticas e inocentes a la vez.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento