El equipo de investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detenido en la sierra de Adamuz (Córdoba) a un cazador por un presunto delito de resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad cuando iba a ser denunciado junto a otro cazador por la comisión de infracciones a la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres en materia de caza cuando se les intervino el cuerpo sin vida de un ciervo, despiezado, así como las armas que habrían utilizado.

Según un comunicado de la Benemérita, el operativo del Seprona destinado a la prevención de furtivismo, recibió una llamada de un particular informando de que acababa de escuchar una detonación en el interior de una finca de caza mayor ubicada en el término municipal de Adamuz, que no contaba con autorización para esta modalidad de caza, como así lo constataron los agentes.

En este sentido, una patrulla del Seprona se trasladó a la finca en cuestión, donde interceptaron a un vehículo ocupado por dos personas que podrían estar relacionadas con la detonación.

Así, los agentes procedieron a efectuar un registro del vehículo y en su interior detectaron dos mochilas, una de ellas contenía 50 kilogramos de carne de ciervo despiezada y otra un afilador de cuchillos y una linterna. Además, la Guardia Civil localizó un rifle del calibre 222 con mira telescópica y otras armas y efectos que fueron intervenidos.

Ante estos hallazgos, se procedió a la instrucción de los pertinentes expedientes de denuncia a los dos ocupantes del vehículo, un vecino de Córdoba de 52 años y otro de Villanueva de Córdoba de 47 años, por la comisión de infracciones a la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres en materia de caza.

Mientras los agentes procedían a la instrucción de los expedientes de denuncia, uno de los infractores, concretamente el vecino de Córdoba, mostró ante los agentes una "actitud violenta, llegando incluso a insultarlos", por lo que se procedió a su detención por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad.