Botella se lanza a privatizar las canchas deportivas de barrio y los precios suben un 10%

  • En la ciudad hay 445 instalaciones de este tipo, que incluyen pistas de fútbol, baloncesto, pádel o, inluso, petanca y bolos.
  • Las Juntas de Distrito están sacando a concurso público su gestión para ahorrarse dinero, lo que implica subir los precios hasta un 25%.
  • Hasta ahora los gestionaban clubes deportivos locales y asociaciones de vecinos.
  • El Ayuntamiento también ha empezado a privatizar los grandes polideportivos.
Varios chicos entrenan en uno de los campos de hierba artificial construidos por el Ayuntamiento de Madrid.
Varios chicos entrenan en uno de los campos de hierba artificial construidos por el Ayuntamiento de Madrid.
Ayuntamiento de Madrid
Varios chicos entrenan en uno de los campos de hierba artificial construidos por el Ayuntamiento de Madrid.

El Madrid de las tres candidaturas olímpicas está privatizando de forma progresiva las 445 instalaciones deportivas básicas de la ciudad, es decir, las canchas, pistas y campos de fútbol, futbol sala, baloncesto, pádel, petanca, bolos, patinaje o tenis de mesa que tiene repartidas por los 21 distritos de la capital.

Las gestión de estas infraestructuras, que depende de las Juntas de Distrito, está siendo transferida a empresas privadas de forma que, aunque el Ayuntamiento de la capital destaca en su página web que todas son de titularidad pública, pasan a depender de terceros que fijan nuevos precios para poder conseguir rentabilidad económica.

Este es el caso de las pistas del Arroyo de la Media Legua, Cocheras-San Lamberto, Almudena y San Pascual, situadas en Ciudad Lineal y que han sido las últimas en salir a concurso.

Según el pliego de condiciones, el adjudicatario tiene derecho a obtener beneficio de la explotación —a precios mayores de los habituales— de los bares o cafeterías de las instalaciones, las máquinas de autoventa (refrescos, comida) y del alquiler de las pistas. A cambio, debe contratar al personal necesario para mantener la infraestructura y disponer de un desfibrilador.

Los precios de uso, que hasta ahora eran reducidos y se destinaban únicamente a cubrir costes de mantenimiento, pasan a ser los que el Ayuntamiento aprobó en diciembre de 2012 y que suponen una subida media del 10%, llegando al 25% en algunos casos. El alquiler de un campo de fútbol sala, por ejemplo, se incrementó de 21,05€ a 25,30€. El de fútbol 7 subió de 30,5€ a casi 38€.

"No les interesa el deporte base"

Las adjudicaciones son por cuatro años y la oferta económica es el factor más importante. Quien más dinero le ahorre al Ayuntamiento, se lleva el contrato. En el caso de Ciudad Lineal, la cuantía asciende a 162.095 euros.

Las canchas que ahora pasan a empresas son aquellas que contaban con servicios adicionales como vallado, iluminación, vestuarios o bar. Hasta el momento, han sido gestionadas en su mayor parte por entidades locales, asociaciones de vecinos y pequeños clubes. Estos han creado, a lo largo de los últimos años, equipos y escuelas deportivas que promocionan el deporte y la integración en los barrios.

"Llevamos estos campos desde que eran de tierra y no había aquí ni vestuarios, ni agua ni luz. Hemos asumido reparaciones del cableado y de los focos de nuestro bolsillo porque el Ayuntamiento tardaba mucho en ocuparse de las deficiencias. Ahora, han puesto hierba artificial y quieren que una empresa saque partido a los campos. No les interesa el deporte de base", critica Conchi García, miembro de la asociación de vecinos de La Elipa, que lleva las canchas de Arroyo de la Media Legua y Cocheras San Lamberto.

El Club Deportivo Tetuán también ha perdido la gestión del campo de fútbol del Parque Rodríguez Sahagún. Tras ocho años de trabajo, la Junta de Distrito se lo ha entregado a la empresa Palestra Atena, habitual de este tipo de concursos y que ya gestiona una decena de instalaciones en los distritos de Salamanca, Retiro, Usera y Fuencarral.

Los vecinos no han podido igualar su oferta, aunque el Constitorio tampoco les dio muchas opciones. "Le dijimos al Ayuntamiento que, si se ocupaban de contratar la vigilancia privada, lo mantendríamos a coste cero para ellos, pero han preferido a una empresa. Tenemos 15 equipos y 300 chavales de muchas nacionalidades jugando y vamos a tratar de mantenerlos como sea", afirma Américo Piñeiro, presidente del club.

No hay dinero

En los últimos meses el Ayuntamiento también ha privatizado la gestión de las pistas de Eva Duarte (Salamanca) y Tres Olivos (Fuencarral-El Pardo). Otras como los pádel de La Masó o Las Tablas (Fuencarral-El Pardo) se han adjudicado directamente a las empresas que los han construido. La idea parte de Área de Deportes del Consistorio, que en su Plan Estratégico del Deporte Base para el período 2013-2020 ya plasma como "principio inspirador" el de "aprovechar las oportunidades que ofrece la colaboración público-privada".

Portavoces municipales admiten que el objetivo es el "ahorro" debido al estado de las cuentas de la ciudad, que al cierre de 2012 debía solo a los bancos 7.430 millones de euros. El servicio continúa prestándose, aducen, pero de una manera más "sostenible" para la Administración, ya que esta no debe afrontar los gastos de reforma y mantenimiento.

Esta es la misma razón por la que Ana Botella comenzó a privatizar la gestión de los antiguos polideportivos, empezando por el de Chamartín, en cuya reforma invirtió el Ayuntamientó más de 4 millones de euros. En caso de levantarse nuevos centros, Madrid también optará por la gestión privada.

Sobre la subida de precios que implican las privatizaciones, la propia alcaldesa ya dejó clara su postura: los servicios públicos "no esenciales" serán "para quien pueda pagarlos".

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