El Patronato del Festival Internacional de Santander (FIS), reunido anoche, ha acordado autorizar "acciones civiles" contra el exdirector del mismo, José Luis Ocejo, y contra Armonía y su administrador, Sorín Melinte, en lo que éste último ha calificado como "una genial operación de ocultación de los verdaderos problemas" del Festival mediante la fabricación de un "falso chivo expiatorio".

Según ha informado el Palacio de Festivales en un comunicado, en su reunión de este martes el Patronato verificó el cumplimiento de la entidad de "todos los compromisos económicos y obligaciones" para que el concierto de clausura del FIS se hubiera celebrado, y manifestó su "apoyo expreso" a la nueva dirección (Jaime Martín y Valentina Granados) en su gestión y decisiones en relación con el concierto della Scala de Milán.

Además, el Patronato, presidido por el jefe del Ejecutivo regional, Ignacio Diego, autorizó a la dirección del FIS el ejercicio de acciones civiles "para resarcir los daños económicos y de imagen causados al festival" contra el grupo de empresas Armonía y su administrador por "incumplimiento de los compromisos contractuales".

Asimismo y "eventualmente" estas acciones también se dirigirán contra el anterior director del FIS "por la responsabilidad subsidiaria en la que pudiera haber incurrido por la emisión de pagares a favor de dichas empresas sin la garantía del cumplimiento efectivo de los compromisos adquiridos por éstas, y en contra de los reparos manifestados por el administrador del Festival".

Ante este anuncio de acciones legales, Melinte ha remitido esta madrugada un comunicado en el que opina que se trata de un "gesto vacío, de cara a la galería, para aparentar firmeza ante unos hechos que intentan presentar como irregulares a pesar de formar parte de la norma habitual de funcionamiento del sistema de contratación artística desde siempre, con todos los demás organizadores y con el FIS mismo durante toda su existencia".

Unos hechos, dice, auditados por la Intervención del Gobierno de Cantabria y aprobados "sin ningún reparo" por los mismos patronos los años anteriores, incluidos Diego y el consejero de Cultura, Miguel Ángel Serna.

En opinión de Melinte, se trata del "broche de oro de una operación mediática sin precedentes" para "crear una enorme cortina de humo a través de un escándalo sin sentido, fabricado voluntariamente por los actuales gestores del FIS; una genial operación de ocultación de los verdaderos problemas" del Festival.

Problemas que, según el responsable de Armonía, incluyen el "hundimiento de la venta de entradas e ingresos en taquilla" por la programación "insulsa, sin interés y dedicada a ensalzar a su actual director"; y el "ridículo y ostracismo internacional del Festival, único en Europa por romper la práctica totalidad de la programación firmada y retirarse voluntariamente de la Asociación Europea de Festivales para evitar ser objeto de crítica internacional".

Además, denuncia la ausencia de un "análisis serio de los pésimos resultados" del FIS "que obligaría a pedir públicamente responsabilidades políticas por el hecho gravísimo de haber reemplazado a uno de los mejores gestores culturales del mundo" por otro nuevo, "sin ninguna experiencia previa, sin conocimientos ni preparación, sin residencia en Cantabria, pero con una evidente incompetencia antes solo supuesta y ahora ya plenamente demostrada".

A juicio de Melinte, aprobar acciones legales es "una patada hacia adelante" porque los tribunales "tardarán en dar su veredicto, que no puede ser positivo para los actuales gestores". Pero mientras tanto, continúa, "se sigue apoyando" a quienes "han destruido en un solo año un Festival creado en más de medio siglo, para que le den la puntilla en la próxima edición".

Tras criticar que "nunca en la historia de este Festival" se ha reunido el Patronato después del mismo sin pedir un balance —lo que en su opinión sería "suicida, por desastroso"—, ha insistido en que "han fabricado un falso chivo expiatorio, un falso problema que los tribunales pondrán en su sitio pero, mientras tanto, dará la impresión que se ha hecho algo, dejando todo igual que estaba hasta las elecciones".

Armonía, "duramente afectada" por las actuaciones "impropias" de la Dirección del FIS, "confía plenamente en la justicia y en el restablecimiento final de los valores y principios de sensatez y normalidad, valores olvidados por ellos en su propio beneficio propio y como defensa para ellos, pero dañina a los intereses del Festival y de Cantabria", concluye Melinte.