Brebajes caseros

Cuento tradicional de Alemania.
Frutas y sopas de verduras depuran el organismo después de los excesos navideños. ¿Te apuntas?

Un joven llamado Hans vendía verduras en el mercado, cuando se acercó hasta su puesto una anciana de nariz prominente y berruga peluda y le compró casi toda la mercancía. Hans vio que la anciana no podía con el cesto, así es que la acompañó hasta su casa.

Un vez allí, el joven quedó impresionado porque había un cerdo y un ganso que comenzaron a contarle... Fueron interrumpidos por la vieja, que le ofreció a Hans un tazón de sopa de verduras. El joven se lo bebió y, de golpe, comenzó a menguar de tal manera que casi cabía en la palma de una mano. Entonces el cerdo, que en realidad era cocinero real, y el ganso, que era una princesa, le contaron el resto de la historia.

Hans logró escapar y llegar hasta el palacio. La reina, que estaba muy enferma desde la desaparición de su hija, acompañó junto con tres guardias a Hans hasta la casa de la anciana. Y allí ataron a la vieja bruja hasta que confesó su secreto: una hierba que crecía en su jardín era la causante de los hechizos. Hans arrancó un trozó, frotó con ella al ganso, al cerdo, a sí mismo y por último a la vieja bruja. Todos recuperaron su verdadera apariencia menos la bruja, que se convirtió en una rata verdinegra.

Para mantener la salud no podemos comer cualquier cosa. Hay que seguir una dieta sana, equilibrada y sin ‘malas hierbas’. ¡Buen provecho!

Próximo viernes: 51/El origen del koala

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