El propietario y chef del restaurante Paisatges de la Seu d'Urgell, Francisco Puente, ha creado lo que él denomina "la tapa del contrabando". Esta pequeña tapa, que lleva por nombre "K2 de manteca de tabaco", intenta aglutinar conceptos que pueden definir el Alt Urgell (Lleida) como territorio.

Puente ha explicado que la idea de crear un plato representativo del territorio hacía tiempo que "le rondaba por la cabeza" y que el tema de la frontera con Andorra y el contrabando de tabaco son dos conceptos muy enraizados en el territorio.

La tapa que ha creado consiste en una pequeña rebanada de pan tostado con aceite y mantequilla aromatizada con tabaco por encima. "Para una persona de fuera, como yo, una de las cosas que sorprenden del Alt Urgell es el mundo oculto, pero existente, del contrabando de tabaco", dice Puente.

Partiendo de esta idea el chef del restaurante Paisatges ha creado un plato en el que el tabaco es el protagonista. Puente ha explicado que buscando por Internet descubrió "que no era una idea nueva y que en la feria de La Habana unos cocineros ya habían presentado una investigación de cocina con tabaco".

En este punto, afirma Puente, "me puse a investigar por mi cuenta". El plato debía de dar el concepto de frontera, "de espacio de influencia, de aglutinador", explica el chef, por eso utilizó la manteca, un producto que en la cocina se usa para amalgamar, que absorbe aromas con facilidad.

"La idea más importante fue mezclar el tabaco con la manteca para dar el aroma, para mostrar aquello que existe, pero que no está, un poco lo que pasa con el contrabando, que existe, pero no se ve".

La tapa, explica Puente, es fácil de elaborar, se pica la hoja de tabaco seco, seis gramos de hoja por 300 de manteca, se mezcla con la manteca y se deja reposar 12 horas. Seguidamente se pasa por un colador y se deja la manteca limpia de hoja de tabaco.

Se prepara un pan de aceite, se tuesta, y sobre la rebanada se pone la manteca de tabaco y una poco de sal. El resultado, dice Puente, "es una tapa en la que inicialmente notas un toque de picante profundo, nada que ver con las especies picantes, un picante de taberna, de jazz... y finalmente te queda un aroma de cigarro en el cuello".

La forma de presentar la tapa y el nombre, también están profundamente relacionados con el territorio. "Una rebanada de pan de aceite tostada, en forma de barquita, por el tema del río, el parque del Segre, el piraguïsmo, muy representativo de La Seu también", dice Puente, donde por encima se pone un poco de manteca macerada con tabaco.

Puente ha presentado la tapa al concurso de tapas de la Fira de Sant Miquel de Lleida, en el que se pretende dar a conocer productos y platos representativos de la demarcación de Lleida. Éste, explica Puente, fue uno de los motivos que le empujaron a investigar y a dar forma al plato.