El tradicional mercadillo artesanal de los Baños del Carmen, en la capital malagueña, regresa a su emplazamiento original, el antiguo balneario, que tuvo que abandonar hace unos dos años ante la presencia de okupas. Será el próximo 7 de septiembre y con una periodicidad semanal.

Así lo ha explicado su organizadora, Blanca Beneitez, quien ha precisado que esta vuelta al antiguo balneario no significa que deje de organizarse el mercadillo del paseo marítimo de El Palo, en la zona más próxima al arroyo Jaboneros, hasta donde se trasladaron en noviembre de 2011, inicialmente, de forma provisional, a la espera de volver en pocos meses a los Baños del Carmen.

Y han vuelto, más tarde de lo previsto, pero han vuelto. Pese a ello, mantendrán el mercadillo de El Palo, que seguirá celebrándose una vez al mes y que aseguran que es compatible con el de los Baños del Carmen, ya que "son dos ofertas diferentes", ha señalado a Europa Press Beneitez.

En el del antiguo balneario, que tendrá lugar cada sábado, de 10.00 a 15.00 horas, el visitante podrá encontrar en unos 70 puestos ropa para mujer y para bebé, complementos, artículos de decoración o productos ecológicos, entre otros muchos objetos.

"Pero no solamente eso, también tendrá la posibilidad de comer allí mismo, realizar actividades deportivas, encontrar talleres para niños, disfrutar de música, etcétera", según la responsable de esta iniciativa.

El mercadillo comenzó en marzo de 2010 y permaneció en los Baños del Carmen, cada primer domingo de mes, hasta junio de 2011. En ese tiempo pasó de tener 37 puestos a superar el centenar, en los que se ofrecían joyas, ropa y complementos para mujeres, hombres y niños, bisutería étnica, cerámica, diversos objetos de decoración, grabados y acuarelas, jabones naturales, sales especiales para cocinar, zuecos suecos o 'delicatessen'.

Tras la imposibilidad de continuar en los Baños del Carmen, buscaron una ubicación temporal, concretamente en el paseo marítimo de El Palo. Una vez ya desalojados los okupas y más normalizada la situación, este original mercadillo vuelve al lugar que lo vio nacer, lo que, en palabras de Beneitez, "supone una gran alegría porque es un sitio maravilloso, del que nos fuimos no por decisión propia, sino por obligación".