Como resultado de la investigación conjunta de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional se ha desarticulado un grupo dedicado al robo con violencia e intimidación en establecimientos comerciales de la comarca de Pamplona. Cuatro personas han sido detenidas.

La operación, desarrollada durante varios meses, ha culminado con la detención de todos los integrantes de la organización, que se dedicaba a la comisión de atracos con armas de fuego utilizando gran violencia en sus acciones, llegando en ocasiones a intimidar a sus víctimas con escopetas recortadas y otras armas sustraídas en domicilios y trasteros de la comarca de Pamplona, según ha informado la Delegación del Gobierno en una nota.

A la organización se le imputa la autoría de varios robos con violencia perpetrados en diferentes localidades de la comarca de Pamplona, así como la realización de varios robos con fuerza en establecimientos de la zona.

Los detenidos, tres varones de nacionalidad española y una mujer de nacionalidad cubana, residen en Navarra. Se han practicados varios registros en sus domicilios en los que se han intervenido varias armas, munición, pasamontañas y gorros, efectos relacionados con la sustracción de cable de cobre, así como varios efectos sustraídos a las víctimas de los atracos que se les imputan.

Colaboración policial

Los investigadores iniciaron la operación a raíz de la denuncia de un robo con fuerza en un trastero de Beriáin, en el que se sustrajeron diversas armas de fuego. Se detectó un nexo de unión entre este hecho y diferentes atracos cometidos en establecimientos comerciales ocurridos en Pamplona y su comarca, en los cuales dos o tres varones asaltaban a sus víctimas de forma sorpresiva cuando o bien se disponían a cerrar el establecimiento donde trabajaban, principalmente supermercados, o nada más cerrar el mismo.

Según la nota policial, los autores encañonaban a sus víctimas con una escopeta recortada o esgrimiendo cuchillos de grandes dimensiones y sustraían efectos y dinero procedente de la recaudación del negocio, llegando incluso a agredir a algunas víctimas en caso de resistirse.

Según la Delegación, las acciones habían sido minuciosamente preparadas y los autores habían estudiado previamente la zona, el local o establecimiento y la víctima seleccionada, evitando en la mayoría de los casos ser detectados por las alarmas, vecinos de la zona o cámaras de video-grabación y "no dejando por lo tanto indicio alguno que permitiese continuar las investigaciones respecto a los autores de los hechos".

Además, ha añadido, los autores tenían sus funciones perfectamente repartidas, siendo dos de ellos generalmente los encargados de intimidar y ejecutar el robo. Por otro lado, una tercera persona cumplía labores de vigilancia para detectar una posible presencia policial o de otras personas ajenas a los hechos que pudieran dar la alarma.

En concreto, se le atribuye a este grupo la comisión de cuatro robos con violencia, cuatro robos con fuerza, así como los delitos de tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción, que decretó su ingreso en prisión.