El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, ha mostrado este jueves su preocupación porque el PSC no haya "desautorizado formalmente" al secretario de Acción Política, Antonio Balmón, por invitar a salir del partido a los críticos con conductas que considera irresponsables.

En declaraciones a Europa Press, ha aclarado que no se refiere expresamente al líder de la formación: "Me preocupa que nadie lo haya desautorizado; no lo personalizo en Navarro. (Balmón) es el número dos del PSC y nadie ha dicho lo contrario".

Al también diputado del Parlament le preocupa menos el apoyo expreso que la dirección del PSC está recibiendo en los últimos días de la cúpula del PSOE, porque "son partidos distintos".

Lo ha dicho después de que la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, expresara el "apoyo cerrado" de Ferraz a la "dirección del PSC elegida democráticamente", y recordó además que ésta recibió el apoyo de más del 70%.

Ros ha insistido en que no pretende abandonar su partido y que apuraría el reglamento si le expulsaran: "No me voy a ir del PSC, y si, siguiendo la amenaza de Antoni Balmón, me echaran, lo recurriría a la comisión de conflictos hasta las últimas consecuencias, usaría todos los medios legales".

Faltan "muchos compañeros"

Ha insistido también en que al PSC no le sobra nadie, sino "al revés: faltan muchas personas, algunas que han marchado".

"Tengo noticias de que ha marchado Antoni Dalmau, muchos compañeros de distintos municipios, personas y personalidades como Ernest Maragall. Justamente faltan", ha respondido al preguntársele a quién echa de menos.

Evitar una catalunya bipolar

Ros ha insistido en que, bajo un denominador socialdemócrata, los socialistas representan la pluralidad del pueblo catalán, un activo que "ya no el PSC, sino Catalunya, no se puede permitir perder".

"Si el PSC no juega el papel que históricamente ha jugado, Catalunya se va a bipolarizar entre unionistas e independentistas. Esto es malo para el país", ha advertido el alcalde leridano.