Con los exámenes a la vuelta de la esquina, apuntarse a un taller para aprender a cuidar bonsáis o a unas clases de stretching (ejercicios de estiramiento de los músculos) puede ser una buena alternativa al estrés y un remedio para combatir los nervios.La Universidad oferta para este nuevo año una programación de enero a marzo con una treintena de talleres abiertos a todos los públicos y con más de 700 plazas. La Casa de Porras (en el Albaicín), el edificio Politécnico (Fuentenueva) y la residencia Carlos V (en el campus de Cartuja) serán las sedes de estos cursos que incluyen desde jornadas de literatura hasta reflexología podal, clases de tango, salsa, sevillanas, realización de títeres, teatro, reciclaje de muebles o cine, entre otros.