Los juzgados vascos tardarán año y medio hasta ponerse al día

El Gobierno vasco no adoptará medidas especiales. «Nuestros problemas son estructurales», dice el decano de los abogados.
Ayer fue día de ordenar la mesa. ¡Buf! Tras 12 largas semanas de huelga en la Justicia vasca, los funcionarios encontraron ayer una administración totalmente patas arriba. Dicen que habrá retrasos de hasta un año y medio. Pero nadie prevé un plan de choque urgente.El Gobierno vasco, hasta ahora, no ha visto necesario tomar medidas de excepción. Los funcionarios dicen que no pueden hacer horas extra, que eso, si acaso, lo ordena el juez por «necesidades de servicio».

De esta forma, los abogados ya se esperan meses y meses de mucho lío, aunque, para empezar, ayer dieron un buen repaso a los responsables del Departamento de Justicia del Gobierno vasco y a los funcionarios. En opinión de los letrados, tras tres meses el conflicto se ha cerrado en falso, no están solucionados los asuntos de fondo. «Los problemas de Justicia son estructurales, y esta huelguita es coyuntural», criticó Nazario Oleaga, decano del Colegio de Abogados de Vizcaya.

Será difícil, pues, que trabajando al mismo ritmo que cuando ya había retrasos, se agilicen los temas retrasados. Un ejemplo bien claro: los juicios de lo Contencioso-Administrativo, que se convocan para el próximo octubre.

Ventanillas a reventar

Las ventanillas del Registro Civil de Bilbao estaban ayer a reventar. El crecimiento vegetativo no sabe ni entiende de conflictos laborales y ayer la cola se hacinó con los que llegaron a Euskadi, tuvieron un hijo o una muerte cercana.

«Se ha cerrado en falso»

Los funcionarios de Justicia decidieron el martes aprobar el acuerdo planteado por el Gobierno vasco. Pero no todos ven con buenos ojos esta postura. Para el sindicato ELA, el conflicto «se ha cerrado en falso» y se ha perdido una oportunidad «hacia la equiparación real». En opinión de esta central sindical, los trabajadores han estado mediatizados por la posición del resto de sindicatos: CCOO, CSIF, LAB y UGT. En concreto, ELA les acusa de tener miedo a las posibles represalias del Departamento de Educación y de haber mostrado «cansancio» tras doce semanas de huelga.

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