El programa de las Fiestas de Acción de Gracias de Hormilla (La Rioja) incluye una "suelta de cochinillo engrasado" para el 1 de septiembre. El Partido Animalista PACMA, que enmarca la actividad dentro del maltrato, ha asegurado a 20minutos.es que se ha suspendido después de su envío al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de "un burofax" de advertencia. El consistorio ha confirmado la cancelación.

Es solo un ejemplo de la utilización de animales vivos en fiestas populares estivales en España y de la estrecha vigilancia que ejercen sobre ellas las organizaciones defensoras de los animales.

Pacma aduce que la suelta del cochinillo viola la ley autonómica de protección animal —"está prohibido en todas", apostilla—, que prohíbe "la utilización de animales en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad o maltrato". Consistorios como el de San Miguel de la Ribera (Zamora) o el de Alhama de Murcia han recibido en los últimos meses expedientes y denuncias por permitir esta actividad.

También el domingo tendrá lugar en la Playa de la Cueva del concejo asturiano de Valdés la denominada Suelta del pato, en la que varias aves son lanzadas al mar desde una barca para que la gente las persiga a nado.

En esta ocasión, ha sido el Observatorio Justicia y Defensa Animal quien ha dado la voz de alarma al calificarla de "acoso estresante y traumático". "Rechazamos y desmentimos toda vinculación entre la Fiesta del Pato y el maltrato de animales", asegura la comisión de fiestas. Hace unos días se celebró otra suelta de patos en Sagunto (Valencia), una tradición de 70 años de antigüedad que en 2011 sufrió algunos cambios para evitar las multas.

Nuria Menéndez de Llano, directora del Observatorio, que ha puesto en marcha un año más la campaña "Fiestas sí, pero sin animales", añade a la lista, entre otras prácticas habituales con animales, las "Disco capeas", que se realizan "de madrugada y en un estridente ambiente de discoteca, consumo de alcohol y DJ's" o "el lanzamiento de hámsters en el pueblo de Biar (Alicante)".

Muchas de estas actividades "tienen lugar ante la atenta mirada de menores de edad", apunta. Por su parte, Silvia Barquero, de Pacma, pone el acento en "las becerradas", los encierros como los celebrados en Guadalajara y en la famosa "Rapa das Bestas", que tiene lugar, por ejemplo, en Sabucedo (Galicia), y que consiste "en acorralar caballos salvajes para marcarlos a fuego y cortarles las crines", relata.

Este mismo mes, el partido Equo denunciaba la carrera de burros de Areta, en Llodio (Álava) y "los golpes que reciben en la cara y en diferentes partes del cuerpo" los animales. En Bizkaia, el Ayuntamiento de Sopuerta prohibía en junio la organización de corridas de toros, festejos taurinos o el arrastre de piedras con animales.

En las fiestas de El Carpio de Tajo, que tienen lugar en la última semana del mes de julio, "corren" los gansos, es decir, que varios jinetes "capturan" la cabeza de estas aves, atadas por las patas a una cuerda, desde su caballo. Los animales no están vivos, aunque esta práctica sigue generando críticas. La web del ayuntamiento ha sido hackeada y muestra actualmente un mensaje de protesta firmado por Anonymous.

Fuera de los programas oficiales, aunque dentro de las ferias locales de verano, pueden encontrarse asimismo los llamados "carruseles de ponis", objeto de múltiples denuncias. En septiembre de 2012 Ecologistas en Acción ponía el foco en Tomelloso (Ciudad Real) y este año tanto Marchena (Sevilla) como Málaga han recibido protestas ciudadanas. La Policía Local de Avilés retiró recientemente uno tras una denuncia de la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel).

No existen datos oficiales sobre el uso de animales en fiestas. Las estimaciones anuales oscilan entre los 3.000 —según el Observatorio— y los 16.000 —según la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FAADA)— tipos distintos de festejos populares y hablan desde hace años de un total de 60.000 animales afectados —según varias asociaciones—.

Sí se sabe que las competencias, tanto de protección de los animales como de los festejos, residen en las administraciones autonómicas y locales y que no existe una unidad de criterio; Extremadura, por ejemplo, sí prohíbe los toros ensogados y embolados —con fuego—. "Esa es precisamente una de nuestras reivindicaciones, la ley no ha mejorado nada, es una pena", explica Barquero, que reivindica una norma efectiva a nivel nacional, aunque el Código Penal prevé  penas de tres meses a un año de prisión por maltrato animal.

Menéndez de Llano dice que muchas autoridades locales siguen autorizando este tipo de actividades "bien por desconocimiento de la legislación o bien por dejación de sus obligaciones, algo que puede acarrear responsabilidades penales". El Observatorio ha elaborado un "calendario de festejos crueles" que puede consultarse en su web.

La mayor parte de los animales protagonistas de estos entretenimientos o tradiciones "son toros, vaquillas y becerros", explica Menéndez de Llano. En 2010, el Ministerio del Interior cifró en 10.907 el número de festejos populares relacionados con los toros, un 29,2% de los cuales tuvo lugar en julio y agosto. En 2012, según la Estadística de Asuntos Taurinos del Ministerio de Cultura, hubo 14.004, aunque el departamento reconoce que no tiene información homogénea.

El pasado año el Observatorio Justicia y Defensa Animal puso más de un centenar por denuncias de maltrato animal, por vía penal o administrativa, muchas de ellas por utilización de animales en festejos populares. Pacma puso 30, "de las cuales una tercera parte se corresponde a hechos tipificados como maltrato animal y el resto son relativas a festejos taurinos y sobre animales denominados 'de producción'". "Solo el 10% se han resuelto favorablemente", explican.

El próximo 17 de septiembre el llamado Toro de la Vega de Tordesillas (Valladolid) volverá a ocupar titulares. El pasado año, este torneo de origen medieval, que consiste en matar con lanzas a un toro en el campo, fue declarado nulo y la Junta de Castilla y León cursó posteriormente varios expedientes sancionadores.

Pacma ha organizado una manifestación de protesta contra el espectáculo el sábado 14 de septiembre en Madrid, dentro de su campaña Rompe una lanza, y espera aún la resolución de "dos recursos Contencioso-Administrativos y un recurso administrativo". Barquero califica el Toro de la Vega, regulado por un reglamento propio declarado en 2011 patrimonio cultural inmaterial, de "excepción a la legislación".