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De cómo la alegría, el talento y el entusiasmo acabaron con Pinochet
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Pues va a ser que sí. Se puede. Explicar un país a partir de una anécdota, abrir el foco desde una esquina del juego para acabar alumbrando el tablero entero, allí donde el cine disputa una partida con la Historia. Y lo bueno es que, después de ver No, toda esta palabrería de crítico se hace palpable en una sensación tan placentera como animosa: la película de Pablo Larraín te hace partícipe de la esperanza que vivió el país a finales de los 80, te hace creer incluso que cantaste con ellos la sintonía de la campaña del referéndum que abrió el camino a la democracia. No, metáfora colorista de toda una transición política, despliega el poder del entusiasmo hasta hacerlo contagioso.

Hace algunos meses que nos cansamos de cantar las glorias de fenómenos como Vaya semanita. Se nos hinchó el pecho glosando esa capacidad de reírnos de las cosas serias, pero nuestra Transición sigue en el pedestal de lo sagrado (quizá sólo Álex de la Iglesia rompió moldes desde el esperpento en la fallida pero valiosa Balada triste de trompeta). Mientras, en países con procesos similares se hace cine sobre la historia reciente con vocación popular y una mirada irreverente: así funcionaba Tiempo de valientes, con la dictadura argentina en el retrovisor, y así triunfa No, ante el principio del fin de Pinochet. Aparentemente ligera y despistada, como su protagonista (sublime y juguetón Gael García Bernal), usa el humor para ridiculizar lo que era común hasta que la sociedad descubrió otra opción, combate con chispa la amargura del recuerdo, pone de manifiesto que hay muchas maneras de ponerse serio y de comprometerse con rigor. Larraín, además, es fiel a la herencia documentalista de compatriotas como Patricio Guzmán y Miguel Littin, en una suerte de justicia poética hacia los que se jugaron la vida por la libertad a través del cine. Su retorno al pasado adelanta por la izquierda a ese esteticismo nostálgico a lo Cuéntame o Mad Men e inventa así la nostalgia inversa: el buen rollo ante lo vivido entronca con un presente que confirma que cualquier tiempo futuro será mejor. 

VEREDICTO: Primer filme chileno candidato al Oscar.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

No
  • Director:
  • Género:

    Drama

  • País:
  • Sinopsis:

    René Saavedra es un joven y atrevido ejecutivo publicitario encargado de la campaña a favor del NO en el referéndum de apoyo a la presidencia del dictador Agusto Pinochet en 1988.

  • RESUMEN: De cómo la alegría, el talento y el entusiasmo acabaron con Pinochet

  • ESTRENO: 08/02/2013

  • Drama / Chile / 2012 / Dir: Pablo Larraín / Reparto: Gael García Bernal, Alfredo Castro, Luis Gnecco, Antonia Zegers, Néstor Cantillana, Alejandro Goic, Diego Muñoz / Guión: Pedro Peirano

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