Álvaro Bultó, una vida al límite

  • Hijo del fundador de la firma de motos Bultaco, se inició en el motociclismo.
  • Era un experto paracaidista, con más de 3.000 saltos.
  • Participó en el Dakar y nadó entre tiburones, entre otros desafíos.
  • Muere en un accidente el aventurero Álvaro Bultó.
Imagen de archivo de Álvaro Bultó y dos compañeros realizando windfly en una montaña nevada.
Imagen de archivo de Álvaro Bultó y dos compañeros realizando windfly en una montaña nevada.
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Imagen de archivo de Álvaro Bultó y dos compañeros realizando windfly en una montaña nevada.

A Álvaro Bultó, un "enamorado del deporte, de la vida y de las sensaciones", como él mismo se definía,la muerte le atrapó este viernes en los Alpes suizos cuando practicaba una de sus especialidades preferidas, el wingfly, o salto al vacío con un traje de alas.

Siempre con hambre de nuevos retos, Bultó se inició en la tradición "motera" de la familia —su padre Francisco Bultó, fue fundador de las firmas Bultaco y Montesa— para luego pasar a los deportes extremos, y en los últimos años se había dedicado al paracaidismo, especialidad en la que acumulaba más de 3.000 saltos.

Bultó era "arriesgado" y le gustaba "estirar los límites", cuando formó parte junto a Toni López y Santi Corrella del equipo de españoles que, por primera vez en la historia, sobrevoló la Antártida, a temperaturas de 60 grados bajo cero, con trajes de alas para disminuir la velocidad de la caída.

Experiencias de ese tipo ilustran el carácter de quien se consideraba "perfeccionista" y quería hacer su trabajo "lo mejor posible", como explicó durante la preparación de su saltos de trampolín en el programa Splash, una de sus últimas intervenciones televisivas.

Con sus compañeros Corella y López formó el "Proyecto Alas", que batió en 2009 el récord mundial de vuelo humano en caída libre en la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria; consiguieron un vuelo de 6.42 minutos, 40 segundos por encima de la anterior marca, que ellos mismo establecieron en 2005 en el Estrecho de Gibraltar.

La televisión fue también un medio en el que el aventurero catalán, nacido en Barcelona el 11 de junio de 1962, fue pionero, con espacios en TVE como Frontera límite (1995), donde protagonizó aventuras como saltos en caída libre, submarinismo junto a tiburones y rutas en 4x4.

Aventurero en el amor

Tío del también ex piloto Sete Gibernau, subcampeón mundial de Moto GP en dos ocasiones, y habitual de las revistas del corazón, a a Álvaro Bultó se le relacionó con la Infanta Cristina, y en diciembre de 1992 la revista Hola publicó un reportaje en el que aparecían esquiando en Baqueira Beret con un grupo de amigos.

También se le relacionó sentimentalmente, entre otras, con la exmiss España Raquel Revuelta, la presentadora de televisión Ivonne Reyes o la actriz y presentadora Paloma Lago.

Hijo de la aristócrata Inés Sagnier, nunca había pasado por el altar, aunque en varias entrevistas confesó que algún día le hubiese gustado ser padre.

Entre otras aventuras, el año pasado, Bultó hizo las maletas y se marchó a Groenlandia para escalar la pared de hielo más alta del mundo y lanzarse al vacío con su traje de alas.

No le importó nunca su edad, para el barcelonés lo más importante era "cuidar la mente, ser optimista y no perder el entusiasmo".

Nada parecía resistírsele. Así, participó como piloto de motos en el Rally Dakar, el Camel Trophy y en diversos campeonatos de motocross, he hizo motocross, trial-esquí, vuelos en aviones ultraligeros, carreras de trineos tirados por perros o baños entre tiburones.

Era feliz, así lo confesó en numerosas ocasiones. "Doy gracias a Dios cada día cuando me levanto por la vida que he tenido y que he llevado", declaró en una entrevista el año pasado a la escritora y periodista Marta Robles.

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