La doctora en Ingeniería Agrónoma y agricultora biodinámica Marisol Garrido ha resaltado este miércoles que la gestión del suelo es determinante para la agricultura y "es la base y la esencia de la agricultura ecológica, porque una tierra sana y buena producirá alimentos sanos y buenos".

Garrido, que ha participado como ponente en uno de los cursos de verano que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en su sede de Baeza (Jaén), ha afirmado en declaraciones a los medios que el sector de la agricultura ecológica es uno de los que más crece ya que su expansión "está generando nuevos puestos de trabajo que antes no existían como en tiendas especializadas o en empresas fitosanitarias".

La ponente ha destacado los grandes avances que se están llevando a cabo sobre todo en el olivar. "España está muy adelantada en cuanto a la producción ecológica, siendo el primer país de Europa en cuanto a producción y uno de los primeros del mundo", ha señalado. Sin embargo, según ha indicado la agricultora, el problema de España es que la mayoría de los productos ecológicos nacionales son exportados, "por lo que, al final, no tenemos para nosotros mismos".

En cuanto a la radicalización de los cultivos en dos frentes, el ecológico y el transgénico, Garrido ha apuntado a que podría ser una realidad en un futuro cercano: "hablaríamos de dos sectores, el de la supertecnología en el que se interesan las grandes multinacionales, y el de la gestión de la vida, el de la agricultura ecológica", ha explicado.

La conferenciante también se ha referido a las ventajas de la agricultura ecológica que permite obtener más beneficios que la tradicional, además de las posibilidades de obtener mejores cosechas mediante mecanismos eficaces y ecológicos de control de plagas. "Muchos de los agricultores que se pasan a lo ecológico lo hacen porque están cansados de utilizar productos químicos que contaminan sus tierras y que no ponen fin al problema de las plagas", ha asegurado.

Garrido ha concluido denunciando el trato que han dado en los hipermercados a los productos ecológicos, inflando sus precios y exponiéndolos sin el más mínimo cuidado, de manera que "finalmente nos venden productos feos a precios muy caros".

En este sentido, ha comparado la distribución de los productos procedentes de la agricultura ecológica en España con la de Centroeuropa, apuntando que "en otros países encontramos un 40 por ciento de este tipo de productos en los hipermercados, en España podemos encontrar sólo en algunos y hasta un máximo de un 10 por ciento, lo cual no hace sino dificultar su consumo".