Tampoco parecen los trabajadores muy dispuestos a coger la fregona o el plumero, ya que el catálogo del INEM incluye puestos para empleados del hogar en más de 30 provincias.
Otras de las ocupaciones más tradicionales, las relacionadas con el mar, aparecen mencionadas en la mitad de las provincias, de costa o interior.
Así, los técnicos del INEM se las ven y se las desean para encontrar a los marineros, cocineros, pilotos, maquinistas y ese largo etcétera que compone una tripulación de barco.
Conocidos, y no tanto
Otro de los grandes clásicos entre los trabajos que producen alergia es el de sepulturero. No se trata del oficial de cementerio de las asépticas grandes ciudades, sino del viejo trabajo de enterrador en los camposantos rurales más tradicionales. A él se suman puestos como los de esquilador, preparador de pistas en la nieve o pastor. Para cubrir estas vacantes, el INEM facilita la contratación de mano de obra procedente de países no integrados en la UE.
El trabajo que nadie quiere
Juan Barranco. Sepulturero
"No me ayudan ni a limpiar".
"Trabajaba como camarero cuando el Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra (Madrid) ofreció, en 1994, un puesto como sepulturero. Lo conseguí yo, porque fui el único en presentarse para la plaza. Al principio no era muy agradable, pero el trabajo es tranquilo y me organizo perfectamente. Aunque económicamente no me puedo quejar, el problema es que para un enterramiento hacen falta otras cuatro personas y nunca encuentro ayuda. Nadie quiere venir ni a limpiar, ni españoles ni extranjeros. La soledad no es un problema, porque siempre hay familiares en el cementerio con los que puedo hablar. Lo que pasa es que ahora tengo 51 años y el Ayuntamiento tiene que pensar en un sustituto para el futuro con tiempo suficiente".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios