Vuelven las colas de dos horas y media para entrar en Gibraltar

  • El pago de tasas impuesto por España como respuesta a la colocación de bloques de cemento en la bahía ha vuelto a colapsar los accesos por carretera al peñón.
  • Según fuentes policiales, los atascos sólo se producen de entrada.
  • Desde el pasado sábado, La Línea de la Concepción disfrutaba de un tráfico fluido.
Nuevas colas en la frontera con Gibraltar desde La Línea de la Concepción. La tensión diplomática entre España y Gibraltar, acelerada por el depósito por parte de Gibraltar de setenta bloques de hormigón en la zona que hasta ahora era un caladero tradicional de pesca, se ha trasladado a la frontera, debido a las medidas restrictivas de España en los controles fronterizos.
Nuevas colas en la frontera con Gibraltar desde La Línea de la Concepción. La tensión diplomática entre España y Gibraltar, acelerada por el depósito por parte de Gibraltar de setenta bloques de hormigón en la zona que hasta ahora era un caladero tradicional de pesca, se ha trasladado a la frontera, debido a las medidas restrictivas de España en los controles fronterizos.
EFE
Nuevas colas en la frontera con Gibraltar desde La Línea de la Concepción. La tensión diplomática entre España y Gibraltar, acelerada por el depósito por parte de Gibraltar de setenta bloques de hormigón en la zona que hasta ahora era un caladero tradicional de pesca, se ha trasladado a la frontera, debido a las medidas restrictivas de España en los controles fronterizos.

Las colas han vuelto a registrarse este martes en los accesos por carretera a Gibraltar desde La Línea de la Concepción, con esperas de hasta dos horas y media para entrar en el peñón.

Según han indicado a Efe fuentes policiales, las colas se han producido desde las 11.00 horas, cuando han comenzado a registrarse las primeras esperas significativas para acceder a la colonia, las cuales se han ido intensificando.

Sin embargo, según las mismas fuentes, la salida de Gibraltar hacia España se ha mantenido durante toda la mañana con fluidez en el tráfico.

Desde el pasado sábado, el último día en el que se vivieron colas en la frontera, la normalidad había sido la tónica dominante en la zona, inmersa en la polémica por la intensificación de los controles policiales por parte de España y la pretensión de cobrar una tasa para la entrada y la salida del Peñón.

La tensión diplomática, acelerada por el depósito por parte de Gibraltar de setenta bloques de hormigón en la zona que hasta ahora era un caladero tradicional de pesca, se ha trasladado a la frontera, debido a las medidas restrictivas de España en los controles fronterizos.

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