El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha confiado en "el sentido común" y "el buen hacer" de los jóvenes para acabar con los problemas derivados del botellón durante la Feria, un tema que ha reconocido que es "complejo". No obstante, ha afirmado que "si es necesaria alguna acción de control más intensa, se irá haciendo".

En este sentido, ha señalado este lunes que, en materia de seguridad, "ya se viene trabajando en esta línea" por parte de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, siendo el objetivo que "haya una continuidad".

Entre las medidas posibles para minimizar los efectos del botellón en el casco histórico, De la Torre ha destacado ofrecer más espacios en el recinto ferial de Cortijo de Torres y empezar, como ya se está haciendo, desde las 17.00 horas para "llamar la atención y convertirse en alternativa al centro".

EQUILIBRIO

Pero también ha incidido en la conveniencia de encontrar un "equilibrio" entre la "exigencia" de la norma que prohíbe el botellón en la calle y "una cierta flexibilidad" a la hora de aplicarla durante estos días de fiesta.

"Hay que buscar un equilibrio procurando que no haya exceso importante, que exista una cierta flexibilidad, pero no una permisividad total en cuanto al horario y a la molestia que el centro sufre", ha manifestado el regidor malagueño.

De la Torre ha hecho hincapié en que la Feria del Centro es "un gran atractivo" y se ha mostrado seguro de la disposición a "colaborar" por parte de los residentes en este espacio de la ciudad, "aunque sea un poco molesto para ellos en algún momento". Eso sí, ha precisado, "siempre dentro de un límite".

En cuanto a que la fiesta se prolongue en el centro más allá de la hora establecida, las 19.00 horas, el alcalde ha reconocido que "todos los años suele ocurrir igual y más cuando coincide en fin de semana". No obstante, ha asegurado que "poco a poco seremos capaces de conseguir la convivencia entre el ocio y el descanso, entre el ocio y la residencia de los vecinos".