El SES aconseja adaptar la dieta para prevenir la deshidratación y el golpe de calor en las personas mayores

El Servicio Extremeño de Salud (SES) aconseja adaptar la dieta para prevenir la deshidratación y el golpe de calor en las personas mayores, a las que recomienda realizar comidas ligeras, beber entre 2 y 2,5 litros de líquidos gradualmente a lo largo de día y evitar la exposición al sol.
Sol. Calor. Verano. Cielos despejados.
Sol. Calor. Verano. Cielos despejados.
EUROPA PRESS
Sol. Calor. Verano. Cielos despejados.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) aconseja adaptar la dieta para prevenir la deshidratación y el golpe de calor en las personas mayores, a las que recomienda realizar comidas ligeras, beber entre 2 y 2,5 litros de líquidos gradualmente a lo largo de día y evitar la exposición al sol.

Las personas de edad avanzada, junto a los niños, constituye uno de los colectivos a los que se debe prestar especial atención durante los períodos de altas temperaturas, y "muy especialmente" durante las olas de calor, como la que en los próximos días vivirá la Comunidad Autónoma y que ha llevado al Centro 112 a activar la alerta naranja por temperaturas de hasta 40 grados en la jornada de hoy y de 41 en la de mañana.

De este modo, se deberá vigilar "estrechamente" la situación física de unos y otros, animándoles en todo momento a beber líquidos, aunque no manifiesten sed, informa el Gobierno extremeño en una nota de prensa.

Dentro de los cuidados personales, además de la hidratación constante, destaca la importancia de la dieta tradicional típica de la época estival, basada en la ingesta de platos fríos, ensaladas y verduras, frente a las comidas calientes o pesadas.

Estos consejos son extrapolables también al resto de la población, a la que el SES sugiere beber mucha agua, evitar el consumo de alcohol y no realizar actividades que requieran esfuerzo físico.

Aplicar el sentido común

Desde el Ejecutivo regional se destaca que la mejor forma de protegerse de los rigores del verano es usar el sentido común y los sistemas tradicionales, por ejemplo mantener las ventanas y las persianas cerradas para proteger la vivienda del calor, ventilándola por las noches, y utilizar ventiladores y aparatos de refrigeración en el hogar.

La ropa ligera, suelta y de colores claros, el uso de gorras y sombreros y la utilización de cremas solares con un factor de protección mínimo de 15, que debe aplicarse al menos 30 minutos antes de la exposición, entran también entre las cuestiones a tomar en cuenta.

Si no se puede evitar la realización de actividades que exijan esfuerzo físico, deberá ingerirse agua suficiente antes del ejercicio y entre dos y cuatro vasos adicionales de agua fresca cada hora. Las bebidas que contienen sales minerales pueden ayudar a reponer las que se pierden con la sudoración.

Sintomatología del golpe de calor

Los síntomas más habituales para reconocer que se sufre un golpe de calor, por excesiva exposición a las altas temperaturas, son los calambres, la irritación de la piel o quemaduras, el agotamiento físico y la temperatura elevada, que pueden revestir gravedad si se acompañan de pulso débil pero acelerado, dolor de cabeza, náuseas y vómitos e incluso pérdida de conciencia.

Ante esta sintomatología es necesario buscar un refugio en la sombra, rehidratar -evitando los líquidos que contengan cafeína-, descansar con los pies ligeramente en alto, tomar un baño o aplicar compresas de agua fresca en el cuerpo. Es recomendable, además, buscar asistencia médica si los síntomas se complican.

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