Un grupo de 125 menores de entre 3 y 12 años participan este año en las colonias urbanas que organiza Cruz Roja Zaragoza. Asisten menores de familias españolas pero también hijos de inmigrantes procedentes de cerca de una veintena de países.

La mayoría provienen de África y de Latinoamérica: El Salvador, Malí, Ecuador, Argelia, Marruecos, Guinea, Colombia, Bolivia, Perú, Cabo Verde, Senegal, Togo, Honduras y Nicaragua.

A estas nacionalidades hay que añadir la presencia de rumanos y sirios, por lo que en las colonias urbanas de la Institución en Zaragoza están representados 4 de los cinco continentes.

Además, desde Cruz Roja Zaragoza se quiere fomentar el intercambio intergeneracional, entre abuelos y niños y, de hecho, en muchas de las actividades como manualidades, teatro o informática, participa voluntariado integrado por personas mayores, algunos de ellos incluso con más de 80 años de edad.

Las colonias comienzan a las 8.00 horas y terminan a las 17.00 horas. El principal objetivo que se persigue es "servir de desahogo a los padres con el fin de que puedan conciliar la vida familiar con la laboral".

Todos los días se organizan salidas a la piscina, cine, museos y teatro entre otras visitas y también se organizan actividades de ocio en el interior del centro como juegos, entre los que no falta el tradicional manguerazo de agua para refrescarse.

La cuota que pagan las familias está en función de su situación económica. "La mayoría están becados pero hay otros niños cuyas familias disponen de medios económicos pero quieren que vean otras realidades y circunstancias", ha explicado la directora de las colonias Olga Escusol.

Además de servir de respiro y tranquilidad a los padres, los niños que acuden a las colonias, de entre 3 a 12 años, tienen garantizadas las necesidades básicas alimentarias durante su estancia.

A lo largo del verano colaboran en las colonias urbanas de Cruz Roja Zaragoza unos 80 voluntarios. Olga Escusol ha asegurado que "cada vez vienen más preparados, bien por su perfil profesional, por haber realizado cursos de Monitor de Tiempo Libre o específicos sobre colonias urbanas".

En cualquier caso, ha dejado claro que "sin su esfuerzo y dedicación sería imposible sacar adelante todas las actividades que se programan en los cuatro turnos que se organizan durante el verano" con la finalidad de que los niños, cuyos padres carecen de medios para pagar unas vacaciones o, simplemente, ir a la piscina, puedan hacerlo y disfrutar del periodo estival en la ciudad.