La Junta de Andalucía ha promovido en la provincia de Jaén a lo largo del pasado año 2012 un total de 191 mediaciones con menores infractores como mecanismo de resolución extrajudicial de conflictos y alternativa a los litigios, según un balance anual de la Consejería de Justicia e Interior, responsable del desarrollo de estos programas de reeducación.

En una nota, la Delegación del Gobierno de la Junta ha apuntado que estas intervenciones en Jaén suponen el nueve por ciento de las 2.225 mediaciones con menores infractores realizadas en toda Andalucía durante el pasado año, de las que el 67 por ciento fueron resueltas de forma positiva y evitaron que el caso tuviese que ser resuelto en un juicio, mientras que el 13 por ciento resultaron inviables y las restantes siguen en tramitación para buscar un acuerdo satisfactorio.

La mediación se plantea como una solución alternativa a los litigios no sólo de forma previa al proceso judicial, sino también durante su fase de ejecución, lo que se denomina "mediación intrajudicial", y, con ello, la Consejería de Justicia e Interior trata de "evitar que todos los procesos penales lleguen al juzgado" y pretende "excluir del proceso judicial aquellos asuntos en trámite para que puedan ser solventados extrajudicialmente con el común acuerdo de las partes".

Por sexo, el número de mediaciones realizadas durante 2012 es bastante superior entre los menores varones, que representan el 71 por ciento, frente a las mujeres, que suponen el 29 por ciento, pero, sin embargo, apenas existe diferencia entre unos y otras en cuanto al resultado de la mediación, ya que en el caso de las chicas se ha resuelto favorablemente en el 65 por ciento de los expedientes iniciados y en el 68 por ciento en el caso de los chicos.

Según la Junta, la mediación tiene un "importante potencial educativo" entre los menores, ya que constituye "una medida preventiva de reiterados comportamientos delictivos que estimula la reflexión del afectado sobre su responsabilidad penal".

RESPONSABILIDAD

Así, los profesionales de los equipos de menores inician el proceso para que el joven infractor "se responsabilice de las consecuencias de su delito o falta, comprenda el mal que haya causado, pida perdón a la víctima y repare el daño con las medidas que en cada caso se establezcan para ello".

La función del mediador no es, sin embargo, resolver el conflicto, sino conducir el proceso técnicamente para modelar la negociación, de modo que este profesional "no solamente informa y observa, sino que prepara también a las partes para el encuentro, introduciendo elementos de reflexión que posibiliten el acercamiento y el acuerdo".

En esta línea, desde la Junta destacan la "finalidad educativa y socializadora" de estas soluciones extrajudiciales, que vienen acompañadas además de "múltiples beneficios" en forma de "ahorro de costes y de tiempo", ya que "en cuestión de meses se pueden solucionar muchos conflictos por esta vía frente a la tardanza que conlleva un proceso judicial".

Asimismo, el hecho de que las partes en litigio participen "refuerza la solución, al ser acordada y compartida y generadora, por tanto, de una mayor satisfacción que una sentencia impuesta por un juez".

Por todo ello, el Gobierno andaluz considera "una prioridad y una línea estratégica" el fomento de la mediación, ya que "contribuye a solucionar la alta litigiosidad existente actualmente en la Administración de Justicia y ofrece una respuesta más rápida y práctica para todos".

En este sentido, desde la Junta recuerdan que la Consejería de Justicia e Interior, a través de la Fundación Pública Mediara, ha organizado jornadas formativas dirigidas a psicólogos, educadores y trabajadores sociales que integran los equipos técnicos adscritos a las Fiscalías de Menores de Andalucía para fomentar la mediación como mecanismo de resolución extrajudicial de conflictos protagonizados por los jóvenes.