La que nos espera en 2007

La semilla de muchas citas económicas de este año se plantó en 2006: opas eléctricas, juicio a la corrupción y frenazo hipotecario. Otra crisis muestra fragilidad energética de la UE.
Un operario, ayer, en una refinería de Alemania que recibe crudo de Rusia. (Efe).
Un operario, ayer, en una refinería de Alemania que recibe crudo de Rusia. (Efe).
Un operario, ayer, en una refinería de Alemania que recibe crudo de Rusia. (Efe).
Parece obligado en estas fechas preguntarse qué nos espera este año en el terreno económico. No pienso eludir dicha obligación, aunque deba advertirles, como decía un célebre catedrático en esta materia, que los economistas son mejores haciendo pronósticos sobre el pasado que sobre el futuro. Para intentar errar lo mínimo el tiro, parece claro que la semilla de lo que nos depara la economía para este 2007 que acabamos de estrenar la hemos plantado en el año que acabamos de dejar atrás.Entre chispas eléctricas y leyes que estÁn de estreno

Seguirá la batalla abierta en el sector eléctrico, que mañana mismo puede vivir un capítulo definitivo, ya que el Tribunal Supremo decide si desbloquea la guerra de ofertas por Endesa entre Gas Natural y la alemana E.ON. Y que en las próximas semanas puede salir de los juzgados mercantiles, donde sigue latente, para permitir a los accionistas de la primera eléctrica española pronunciarse sobre cuál quieren que sea su futuro. Será la hora de comprobar con qué cartas afrontan los jugadores –las dos eléctricas, la gasista y la constructora Acciona– la partida tras muchos meses de indefinición, de jugadas de farol y de algún que otro as en la manga. También habrá que ver cómo culmina la compra de Scotish Power por parte de Iberdrola y cómo encaja en el nuevo panorama eléctrico español y europeo la tercera en discordia, Unión Fenosa. Y para que no nos quedemos al margen de esos movimientos que han hecho saltar chispas en el sector eléctrico, el Gobierno nos ha ‘obsequiado’ con un sensible incremento del recibo de la luz que empezaremos a pagar a partir de este mes.

Veremos el resultado de las leyes que el Gobierno aprobó en la recta final del año, la de la dependencia y la de protección de los consumidores (o antirredondeo). Dos normativas ambiciosas destinadas a mejorarnos la vida o, como mínimo, a evitarnos algún que otro disgusto, como los que nos dan algunas compañías de servicios con sus malos ídem.

El último caso que conozco es el de una usuaria a quien la empresa está cobrando los consumos de otro cliente por un error interno de su departamento de facturación. Le han pedido que sea ella la que comunique a la compañía el error por carta y con fotocopia del DNI (!). Así le darán de baja, subsanarán el error, y luego podrá solicitar –por carta, claro– de nuevo el alta. ¿Puede haber mayor desparpajo y cara dura? También empezaremos a notar este año el efecto del nuevo impuesto de la renta, que pagaremos en 2008. Y seguiremos atentos a las consecuencias de la desaforada ley de la propiedad intelectual, aprobada en junio pasado, que dio origen al denostado ‘canon digital’. Eso, por no hablar ya de la ley antitabaco, que ha cambiado la vida a millones de fumadores y al sector de la hostelería desde enero de 2006 y ha mejorado sustancialmente la de los que no le damos al tabaco.

Asistiremos a nuevos juicios por corrupción, ya sean de la operación Malaya, del caso Andratx, de lío de Telde o de los múltiples casos de irregularidades urbanísticas que están siendo objeto de investigación o que están a punto de serlo. Y veremos cómo se resuelve en los tribunales la operación contra Forum Filatélico –ayer supimos que sus activos sólo cubren el 24,5% de los 3.800 millones de deuda que acumula– y Afinsa.

El frenazo suave de las hipotecas y del encarecimiento de la vivienda es otra de las esperanzas con la que empezamos el año. Y más nos vale, porque los créditos hipotecarios rozan ya los 900.000 millones de euros y se acercan a los 950.000 millones del PIB español, o sea, del valor de lo que toda nuestra economía puede producir en un año. Y los tipos de interés mantendrán su senda ascendente en una coyuntura que, según todas las predicciones solventes, seguirá siendo favorable al crecimiento, aunque quizá a un ritmo bastante menor al actual.

Bielorrusia cierra el grifo

Mientras la Unión Europea –ahora de los 27, tras la entrada de Rumanía y Bulgaria– acaba de diseñar su futura política energética para reducir la dependencia del petróleo y el gas que llega del Este, Bielorrusia ha decidido cerrar el grifo del oleoducto que transporta el crudo ruso hacia Alemania, Ucrania y Polonia a través de su territorio. El Gobierno bielorruso quiere que Rusia pague un peaje por ese petróleo que llega a Europa. Por ahora no hay motivo de alarma, porque al parecer los países afectados tienen reservas para unos meses, pero queda en evidencia la falta de seguridad energética del viejo continente. Como ya sucedió a principios de 2006, cuando otra disputa comercial llevó a los rusos a cortar el suministro de gas a Ucrania, desde donde llegaba a los países europeos. Precisamente, hace pocos días los dos Gobiernos ahora enfrentados cerraron un acuerdo para garantizar la llegada a Europa del gas ruso, la quinta parte del cual llega al viejo continente a través de Bielorrusia. Mientras que el 60% atraviesa Ucrania y el resto, los países bálticos. El 40% del gas que consumen los europeos es ruso, el 25%, noruego, y el 19%, argelino. Eso explica el enorme interés de la UE por acercarse –sin demasiado éxito hasta ahora– a Vladimir Putin y la manga ancha con que suele tomarse los excesos del imprevisible inquilino del Kremlin. Y también el convencimiento cada vez mayor de que Europa necesita otros proveedores energéticos, otras fuentes energéticas y, por qué no, plantearse el ahorro energético como una necesidad estratégica para garantizarse un futuro menos azaroso.

Se hablará de...

Renfe. En mayo, más alta velocidad

El AVE aumentará su velocidad entre Madrid y Tarragona de los 280 km/h actuales a los 300 en mayo con los nuevos trenes Siemens.

Airbus. Despedirá a 10.000 empleados

El consorcio aeroespacial europeo EADS, que emplea a 115.000 trabajadores, quiere despedir a 10.000 trabajadores de Airbus para reflotar la compañía aeronáutica.

ACS. ¿A por abertis?

La constructora de Florentino Pérez puede estar interesada en comprar las autopistas de la Caixa.

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