Un total de 4.013 manifestaciones, -con participación superior a 20 personas- se celebraron durante el año pasado en la Comunidad Autónoma del País Vasco, lo que supone un incremento de un 13,52 por ciento respecto a las contabilizadas en 2011.

Según información dada a conocer por el Departamento de Seguridad, la actual situación de crisis económica es el "motivo evidente" de este incremento, dado que el capítulo de movilizaciones por cuestiones laborales es el que más ha crecido, con un incremento de 44,18 por ciento, manteniendo una tendencia creciente observada ya en años anteriores. En concreto, se llevaron a cabo 1.488 actos frente a los 1.032 de 2011.

Además, también han subido de manera considerable las concentraciones por temas vecinales, que han crecido de las 74 de 2011 a las 212 celebradas en 2012.

El Departamente de Seguridad ha añadido que, por el contrario, otro capítulo que hasta hace unos años ocupaba el primer puesto como causa de concentraciones y manifestaciones, el de las cuestiones de naturaleza política, incluidos los hechos relacionados con la violencia y las consecuencias del terrorismo, se mantiene estable durante los últimos años. En concreto, las manifestaciones por cuestiones políticas fueron 1.874 en 2012, mientras que en 2011 fueron 1.865.

TERRITORIOS

Por territorios históricos, Gipuzkoa es el primero por número de manifestaciones celebradas, con casi la mitad de las mismas, 1.994, lo que supone el 49,69 por ciento del total. En Bizkaia se han registrado 1.032, (25,72%) y en Álava 987 (24,59%).

Las tres capitales suman 1.609 manifestaciones, siendo Vitoria, por su condición de capital y sede del Gobierno vasco, la que más ha registrado con 757 (47,04%). Le sigue San Sebastián con 464 (28,83%) y Bilbao, con 388 (24,73%).

Seguridad ha precisado que el derecho de reunión y manifestación de los ciudadanos está regulado por Ley. En este sentido, aquella persona o colectivo que quiera celebrar un acto de este tipo en un espacio de tránsito público, ha de comunicarlo por escrito a las autoridades con una antelación mínima de diez días naturales a la fecha de celebración y un máximo de treinta.

No obstante, ha precisado que, si aconteciera una causa extraordinaria o grave que justifique la urgencia de la convocatoria, ésta podrá llevarse a cabo con una antelación de veinticuatro horas únicamente.

En el escrito, el comunicante debe estar correctamente identificado y deberá indicar el objeto de la manifestación, lugar y hora de celebración, recorrido y medidas de seguridad previstas por la organización y las que se solicitan de las autoridades.

Además, ha recordado que las autoridades, por su parte, podrán prohibirla si considerasen que durante su desarrollo se pudieran registrar incidencias de orden público, con riesgo para personas y bienes o si la misma pudiera entrañar circunstancias de naturaleza delictiva. Asimismo, la autoridad también podrá proponer la modificación de cualquiera de las variables de la manifestación, como el día, la hora, duración o el itinerario.

El Departamento de Seguridad ha indicado que en Euskadi los ciudadanos cumplen con la obligación de comunicar la celebración de una manifestación en más de un 97 por ciento de los casos, con una "tendencia al alza" iniciada a mediados de la década pasada. Ello se debe, según ha apuntado, a la "labor constante" de la Ertzaintza para conseguir que este tipo de actos ciudadanos se realicen en el marco estricto de la Ley.