Cuenca reconoció que había constituido con Severin una sociedad "pantalla" en Gibraltar para desviar dinero

Definió a Lifante como una persona "peculiar", "se deja aconsejar por un mago o consejero espiritual, que le dice lo que tiene que hacer"

Juan Cuenca, ingresado en prisión por el asesinato de la jugadora de voleibol Ingrid Visser y su pareja Ludewijk Severin, reconoció a la Policía que ayudaba a Severin con negocios en España y que el holandés le propuso el último de ellos "en septiembre u octubre de 2012", consistente en "constituir una sociedad en el extranjero para poder desviar dinero procedente de otros negocios".

Esta sociedad habría recibido el nombre de 'Granmar Trade Stone LTD', con sede en Gibraltar, y Cuenca reconoció que los trámites de su constitución fueron realizados por un abogado. Asimismo, admitió que el objetivo era crear "una sociedad pantalla de una segunda sociedad ubicada en un paraíso fiscal fuera de Europa".

En su segunda declaración en la Jefatura Superior de Policía de Murcia, Cuenca explicó que el proceso de creación de esta sociedad duró cuatro meses, frente al mes previsto inicialmente, lo que generó "cierto malestar" en Severin y "tensión normal dadas las circunstancias" con el propio Cuenca.

Durante el interrogatorio, Cuenca definió a Visser como "muy profesional" y explicó que ambos tuvieron una relación "normal". El único "problema" que la jugadora tuvo durante el tiempo que estuvo en Murcia es que "no cobró" durante la segunda temporada que jugó en el club, según aparece recogido en el sumario al que ha tenido acceso Europa Press.

Negocio de diamantes

En esta segunda declaración, Cuenca sí admitió conocer relaciones entre Lifante y Severin como, por ejemplo, un negocio de diamantes que procedían de África y que traía a Murcia un intermediario llamado 'James'. Una vez en España, los diamantes "eran trasladados a Amsterdam (Holanda) y allí era donde Severin entraba en juego, vendiéndolos a terceras personas".

A diferencia de su primera declaración ante la Policía apenas siete días antes, cuando dijo desconocer que existieran negocios entre Severin y Lifante más allá de la deuda que el empresario tenía contraída con la exjugadora de Voleibol, en este caso Cuenca reconoció, incluso, que existían "ciertas tensiones" en estos negocios, ya que el holandés "tenía necesidad de cobrar dinero".

El ahora detenido definió a la persona intermediaria en este negocio de diamantes, 'James', como individuo con "doble personalidad", por una parte amable, educada, y por otra "como una persona que se define a sí misma como mercenario, que cobra deudas y que se ha visto involucrado, aunque sea indirectamente, en asuntos de tráfico de drogas".

Por lo visto, 'James' acompañaba "habitualmente" a Lifante, aunque también habían surgido problemas entre ellos en la "última temporada".

Una persona "peculiar"

Cuenca definió a Lifante como una persona "peculiar", y reveló a la Policía "anécdotas" del empresario de Barinas, como por ejemplo que se gastó hasta 30.000 euros en un casino de República Dominicana, o que "se deja aconsejar por un mago o consejero espiritual, que le dice lo que tiene que hacer y no según el día, e incluso sacrificios".

Por lo visto, Lifante contaba que uno de esos consejeros espirituales fabricaba billetes de 500 euros, que había visto "cómo mataba a una paloma para después revivirla", y que en su cantera hay "unos genios que le protegen a él y le dicen en qué condiciones tiene que trabajar".

Cuenca explicó a los agentes que esta relación surgió a raíz de un viaje de Lifante a África en 2003 ó 2004, donde fue tras una operación fallida con un norteafricano que le "intentó estafar mediante la venta ficticia de una cantera". Al regresar, el empresario afirmó volver "transformado" tras su contacto con estos magos.

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