La propuesta de Maliaño de Cable para adquirir la fábrica B3 de Maliaño contempla una inversión inicial 660.000 euros aportada por 37 trabajadores (lo que supone 18.000 euros por cabeza) a los que se sumarían otros 42 empleados de la planta camarguesa, que serían subrogados.

Esta plantilla inicial, compuesta por un total de 79 operarios, sería ampliada hasta un "mínimo" de 120 de los 223 efectivos que hay en la actualidad, según el proyecto planteado por la dirección y un grupo de trabajadores, liderados por UGT, y que ha presentado este martes, en rueda de prensa, Jesús Sanz, anterior presidente del comité de empresa y que ha ejercicio como portavoz.

Acompañado por otros empleados afiliados al sindicato y, también, por la secretaria general del mismo Cantabria, María Jesús Cedrún, Sanz ha recalcado que si Maliaño de Cable no hubiera presentado esta oferta, estarían "todos en la calle, desde el director hasta el último trabajador".

Se trata de una propuesta basada en una sociedad anónima laboral y "abierta", tanto a inversiones privadas como públicas, y a todo tipo de colaboración que contribuya a potenciarla, pues el objetivo último es continuar la actividad de B3 con el máximo número de trabajadores posible.

En este punto, el portavoz de UGT ha señalado que el resto de ofertas presentadas en la fase B del plan de liquidación —once en total— eran "de subasteros", ya que optaban a la compra de la maquinaria, incluida la propuesta de Südkabel, que resultó preadjudicataria de B3 en la primera fase.

Así, según ha señalado, los propios administradores concursales pidieron a la firma alemana que incorporara a su oferta el mantenimiento de "al menos" 25 empleos, para no ser introducida entre las subastas, ante lo que esta empresa, que pertenece al grupo industrial Wilms, accedió, aunque el compromiso sería hasta el 31 de diciembre próximo.

"A partir de ahí no hay más", ha alertado Sanz, que ha reiterado que la previsión de los administradores -a los que ya han remitido la propuesta- es adjudicar la factoría de B3 a finales de este mes, a partir del día 20, o a principios del próximo septiembre.

Empleo e inversión

Por su parte, el grupo de trabajadores y la dirección se compromete a arrancar B3 con los 37 trabajadores que aportarán, cada uno de ellos, 18.000 euros, cuantía correspondiente a la prestación del Fogasa, y que serían los dueños de la nueva sociedad laboral Maliaño de Cable, al igual que otros empleados que hagan aportaciones a título individual.

De esta primera plantilla también formarían parte otros 42 operarios, que sería subrrogados, y este total de 79 empleados se ampliaría hasta un "mínimo" de 120, aunque todo dependerá, como ha apuntado Sanz, de la evolución del mercado y del trabajo.

Aunque hay un "abanico de posibilidades" para incrementar la plantilla, en principio se contrataría a los trabajadores con "cierta edad", que se podrían prejubilar a los 61 años. Cuando esto suceda, se introducirían a la factoría empleados más jóvenes, ha precisado Sanz, que también ha apuntado a la posibilidad de hacer contratos relevos.

En cuanto a la inversión, que inicialmente ascendería a 660.000 euros, el portavoz de UGT ha señalado que esta cuantía se corresponde con el compromiso de 37 empleados de destinar los 18.000 euros del Fogasa, compromiso que plasmarán en un carta firmada, dentro de un proceso supervisado, como ha recordado, por las autoridades judiciales.

Tras destacar que han "frenado" este proceso de aportación, pues en asambleas con trabajadores han logrado hasta el 80% del respaldo, con lo que tendrían "de sobra" para comenzar, Sanz ha precisado que la idea no es "poner dinero" para estar "abocados a un fracaso", como a su entender ocurriría se pretendieran mantener a la totalidad de la plantilla actual.

Propuesta abierta

Al margen de las aportaciones de los trabajadores, la propuesta de Maliaño de Cable está "abierta" a la colaboración e inversión, tanto pública como privada. En este sentido, el portavoz ha admitido que si no cuentan con el apoyo institucional, las entidades privadas mirarán "con lupa" su proyecto.

Ha indicado al respecto que, de momento, han mantenido dos reuniones con el Gobierno de Cantabria, conseguidas a través del alcalde de Camargo, Diego Movellán, que les ha mostrado su apoyo e interés y está mediando para un tercer encuentro con el Ejecutivo.

Como ha detallado, en el primero explicaron los problemas a la Administración regional, que a su vez les aportó ideas y se interesó por las necesidades de la propuesta del grupo de trabajadores y dirección de B3.

Sobre este último aspecto, y tras subrayar el interés por "hacer las cosas bien", el portavoz del proyecto ha puntualizado que si bien están pidiendo apoyo y ayuda no es "a cambio de nada", pues como aval cuentan, por ejemplo, con los terrenos en los que se levanta la factoría. No obstante, han presentado avales "en las mismas condiciones" que las demás ofertas, de modo que, en este aspecto, no tienen "ventajas" sobre el resto.

Además de a los administradores concursales y al Gobierno, los representantes de Maliaño de Cable han presentado su proyecto a inversores privados, sin que tengan ninguna fecha tope para captar ayudas por parte de estos últimos.

La propuesta también está abierta a otros sindicatos y, de momento, "nadie ha dicho que no". En este sentido, el portavoz de UGT ha matizado sobre la "desconfianza" mostrada por CSIF que es "lo más prudente" que puede hacer, toda vez que no conocen la iniciativa.

Igualmente, es "abierta" en el sentido de que Maliaño de Cable no tiene que ser una sociedad laboral o una cooperativa "toda la vida", sino que se puede cambiar a lo que los trabajadores decidan, ha asegurado Sanz.

Además, ha explicado que también han mantenido contacto con clientes de B3, que les han remitido cartas asegurándoles que seguirían "contando" y trabajando con la planta camarguesa, pese a que será "otra empresa" y tendrá "otros objetivos". Así, aunque mantenga la producción actual, se modificará las formas de trabajar, lo que requerirá "un esfuerzo" por parte de la plantilla, ha avisado para finalizar.