El perfil sociológico del teletrabajador es el de un hombre casado y con un nivel de estudios superior a la media, que considera la posibilidad de conciliar su vida familiar y laboral como lo más positivo de trabajar en casa, según la compañía de servicios de colaboración Arkadin.

Concretamente, el 54% de los trabajadores que desarrollan su labor en casa son hombres, y el 80% posee una formación superior a la media. El elemento más negativo de su forma de trabajo es el aislamiento, según la mayoría de estos empleados.

Sin embargo, en España el aumento de los trabajadores desde casa está siendo lento y hoy esta posibilidad aún representa sólo al 8% de los empleados, mientras que en Estados Unidos se eleva al 15% y en los países nórdicos como Finlandia asciende al 17%.

Los motivos por los que una empresa comienza a plantearse esta forma de trabajo van desde el deseo de no perder a sus empleados más eficientes, la intención de contratar a los trabajadores más válidos de la competencia, ahorrar en el alquiler de oficinas, permitir a sus empleados conciliar, motivos ecológicos y finalmente mejorar la productividad.

Las empresas de colaboración remota "ocupan un lugar primordial en este sistema que, con el paso de los años y los avances tecnológicos, se acabará convirtiendo en el referente laboral del futuro".

Además, destaca que este tipo de empresas "facilitan la rapidez en las comunicaciones entre el empleado que se encuentra en su casa y los responsables que suelen estar en las oficinas centrales".