Uno de los heridos en el descarrilamiento del tren en las cercanías de Santiago de Compostela, originario de Ciudad Real, Isidoro Fernández, de 32 años, permanece ingresado en la unidad de quemados de un hospital coruñés, aunque "evoluciona bien".

Según ha confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la familia, el herido, que sufre quemaduras en buena parte de su cuerpo, evoluciona positivamente, aunque su curación puede retrasarse por un tiempo.

Isidoro, acompañado de su novia, Marta, de 30 años, y su padre, Isidoro, de 69, —estos últimos fallecidos en el accidente— viajaban a Santiago a un bautizo de un hijo de una de sus hermanas.

La madre había viajado previamente a Santiago a casa de su hija, por lo que no había subido al tren en Madrid, como el resto de la familia.