La presidenta de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Cantabria y directora médica del hospital Santa Clotilde, Ana María Rodríguez Valcarce, ha explicado que los accidentes más frecuentes en la tercera edad y también los que más muertes provocan son las caídas, y que además el lugar donde más frecuentemente se producen -casi en un 40% de los casos- es en los domicilios, fundamentalmente en el dormitorio, el salón y la cocina, aunque los que se sufren en el baño "tienen condiciones más nefastas" por las condiciones de este espacio, ya que "es más pequeño, estás mojado, las superficies sobre las que caes son duras, etc."

Así lo manifestó la doctora antes de intervenir en el curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC) 'Semana de la salud para mayores', que celebra su tercera edición bajo la organización del médico especialista en cirugía cardiovascular de Valdecilla Alejandro Pontón.

Rodríguez Valcarce insistió en la premisa de que "el hogar ha de ser un sitio adaptado a nuestras necesidades y no al revés", ya que detrás de las razones de una caída, además de enfermedades o problemas en los huesos, la visión, también están "los obstáculos del propio domicilio", por lo que la geriatra recomendó que "las bañeras y las alfombras, fuera todas".

En este sentido, la presidenta de la Sociedad de Geriatría y Gerontología regional advirtió de que "las caídas pueden tener consecuencias nefastas, porque no es solo caerse y hacerse una fractura", sino que "si la persona tiene factores de riesgo", esto se puede complicar y causar "que se precipite el fallecimiento".

Ante un auditorio formado principalmente por personas mayores "que reconocen que es un tema de mentalidad", en el que es más difícil cambiar el modo de actuar "de las señoras", Rodríguez Valcarce hizo algunas recomendaciones, como deshacerse de adornos, cortinas y alfombras; no subirse sobre superficies para limpiar lámparas o podar árboles; cambiar las cocinas de gas por eléctricas; encender las luces por la noche; no echar el pestillo en el baño o no poner productos tóxicos en envases de productos alimentarios, entre otros.

En definitiva, la geriatra recomendó "hacer cosas y mantenerse activo en casa, pero con menos riesgos", ya que "puedo tener 80 años y cocinar" pero "siempre" reduciendo los posibles peligros.

La directora médica del Santa Clotilde afirmó que "es un asunto educacional", pero también hizo referencia a las subvenciones destinadas a las reformas de los domicilios de la gente mayor, que "obligan a hacer la obra de acuerdo a una normativa", pero que funcionan igual que las ayudas que se dan en el seno de las comunidades de vecinos para colocar rampas, ascensores, barreras, etc.

Por último, Rodríguez Valcarce mencionó los sistemas de telealarma para la gente que vive sola, pero también insistió en la necesidad de "aprender a usarlos", ya que hay que llevarlos "colgados del cuello", lo que no siempre sucede así.

Degeneración de las válvulas cardiacas

El médico especialista en Cardiología de Valdecilla Manuel Cobo Belaustegui, habló en el seno del mismo monográfico sobre la degeneración de las válvulas del corazón, un problema que afecta hasta a un "4 o 5 por ciento de los pacientes de 70 a 80 años".

Según explicó el cardiólogo, la degeneración de las válvulas del corazón es una complicación asociada al proceso de envejecimiento de este órgano, y trae consigo "el desarrollo de problemas valvulares serios "que muchas veces van a necesitar una intervención quirúrgica o tratamientos agresivos", lo que se complica en el caso de la población anciana, puesto que "muchas veces tiene enfermedades asociadas que limitan su pronóstico vital o sus expectativas de vida".

Cobo Belaustegui, que reconoció que "hasta ahora no se ha demostrado que mediante un tratamiento o un cambio de estilo de vida podamos modificar el destino natural de las valvulopatías", procedió a describir una serie de síntomas asociados a esta patología, como son "la fatiga, el cansancio, la aparición de dolores torácicos, mareos o perdidas de conocimiento, y desarrollo de soplos cardiacos", por lo que recomendó acudir al médico de atención primaria o del reconocimiento en caso de percibir alguno de ellos.

Posteriormente, según relató el ponente, el paciente será enviado al cardiólogo, "donde se le valorará la degeneración de la válvula y su repercusión sobre la función del corazón" para finalmente "establecer las funciones quirúrgicas".

El cardiólogo de Valdecilla manifestó que la degeneración de las válvulas del corazón afecta más a la población masculina, aunque como "en edades muy avanzadas prevalece la supervivencia de las mujeres, al final la proporción se va igualando".