La nariz, puerta de salud

La aromaterapia goza de un importante prestigio en el mundo de la cosmética y del masaje. Los aceites esenciales tienen un doble efecto. Por un lado, a nivel físico, su complejidad molecular los convierte en un elemento con aplicaciones terapéuticas. Por otro, son sustancias olorosas que actúan de una manera más sutil, sobre la mente y las emociones.

El sentido del olfato está directamente conectado con el cerebro, donde se encuentran el centro de las emociones y el espacio de muchas actividades vitales de nuestro organismo, como el sueño, el cansancio, la sensualidad, la sed, la memoria, etc. Cuando se huele algo se evoca la memoria emocional.

La memoria asociativa de aromas y situaciones generan el aprovechamiento de los aceites para uso terapéutico.

Para conseguir el máximo efecto, se puede seguir un programa de belleza completo, en el que se combinan varios tratamientos. Primero, purificar con un peeling aromático a base de polvos de flores de tilo y de aceites esenciales de zanahoria y clavo.

Después, relajar con un masaje aromático drenante y relajante –que limpia el cuerpo de toxinas– con aceite vegetal de avellana y aceite esencial de pequeño grano de paraguay, lavanda y palmarosa.

Y, por último, el tratamiento aromático, que suele durar unos 60 minutos.

Éstos son algunos de los aceites esenciales que con mayor drecuencia se usan en aromaterapia:

Sus beneficios

Albahaca: Se utiliza para el dolor de cabeza y las migrañas, también para la fatiga mental.

Bergamota: Es refrescante y ayuda a calmar los nervios. Ayuda a curar las infecciones respiratorias y los problemas pulmonares. También se utiliza para curar del las erupciones del acné y tratar las pieles grasas.

Canela: Ayuda a la digestión, la respiración y la circulación. Es un antiséptico fuerte, afrodisiaco y estimulante mental que posee cualidades antiespasmódicas. Usada en cantidades grandes puede causar irritación en la piel.

Cedro: Efecto sedante. Indicado para el estrés.

Clavo de olor: Agotamiento mental. Ayuda a dejar de fumar.

Enebro: Actúa sobre los planos mental, emocional y físico. Alivia situaciones de confusión y cansancio en general.

Eucalipto: Actúa en el aparato respiratorio. Es descongestivo.

Geranio: Es antiespasmódico y ayuda a regular las hormonas. Mejora el dolor de las varices y cura los hongos de la piel. Es un tónico, astringente, analgésico, antiséptico, antidepresivo, diurético y estimulante.

Jengibre: Dolores reumáticos, musculares, de menstruación, agotamiento sexual y físico.

Lavanda: Es un sedante muy efectivo, se utiliza en casos de problemas de insomnio. Ayuda a balancear estados emocionales como histerias y depresiones. Calma y relaja.

Limón: Estimulante mental, antiséptico, astringente y cicatrizante.

Mandarina: Calmante y sedante, brinda alegría a quien lo prueba.

Mejorana: Mejora los estados de soledad y la ansiedad.

Menta: Estimula el cerebro y ayuda a despejar los pensamientos.

Naranja: Es antidepresivo y restaurador, elevando el espíritu.

Pino: Estimulante del sistema nervioso, brinda energía y bienestar.

Romero: Estimula la memoria, la claridad mental y los procesos creativos. Es un protector psíquico y un estimulante físico.

Salvia: Es relajante, armoniza la sexualidad y distiende la energía sexual.

Sándalo: Propiedades sensuales. Facilita la meditación, calma los pensamientos, es ansiolítico y antidepresivo.

Tomillo: Antiséptico de las vías respiratorias. Es tónico y energizante en el nivel físico, mental y emocional. Mejora la memoria.