El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, estima que las colas en la frontera con Marruecos "podrían disminuir esta semana" con el final del Ramadán, después de que desde el inicio del mes de agosto se hayan registrado retenciones que han alcanzado las cuatro horas de espera.

En declaraciones a los periodistas tras presentar a siete nuevo miembros de Grupo de Especialistas en Actividades Acuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que han venido a reforzar la plantilla, El Barkani ha asegurado que estas colas se han producido porque han coincidido por un lado el inicio de las vacaciones de agosto y por otro el final del Ramadán.

Estos hechos han provocado que los barcos que enlazan Melilla con Málaga, Almería y Motril (Granada) estén llegando desde la pasada semana prácticamente al completo de vehículos y la gran mayoría con destino Marruecos, lo que está originando colas de hasta cuatro horas.

El delegado del Gobierno no obstante ha admitido que con el final del mes de ayuno y la celebración de la pascua de los musulmanes, prevista para el jueves o viernes de esta semana, estas colas ya no se producirán porque la llegada de marroquíes desde la Península se reduce considerablemente.

Abdelmalik El Barkani ha aclarado además que estas largas esperas no han obedecido en ningún momento a un aumento del control policial, hasta el punto que ha asegurado que "son los mismos controles de las últimas semanas".

Siete nuevos geas

El delegado ha hecho estas manifestaciones en el acto de bienvenida a siete nuevos miembros del Grupo de Especialistas en Actividades Acuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.

Si el pasado jueves Melilla se reforzaba con un total de 18 agentes del Cuerpo Nacional de Policía en prácticas, nueve Inspectores-Alumnos y otros nueve pertenecientes a la Escala Básica, desde este lunes la ciudad española del Norte de África contará con 7 nuevos miembros de los GEAS.

Abdelmalik El Barkani ha subrayado que estos refuerzos se deben "a la mayor presión migratoria" que sufre Melilla este año, con cientos de subsaharianos en las localidades marroquíes más próximas esperando para saltar la doble valla o llegar en patera.