La Generalitat ordenó a Gisa en noviembre que paralizara los trabajos de la tuneladora de la línea 9 del metro en Sant Andreu a la espera del estudio sobre el impacto que puede tener la perforación del túnel en tres edificios del barrio, según informa hoy La Vanguardia.

El motivo de que la tuneladora lleve dos meses parada es, según el Departamento de Obras Públicas y Política Territorial, es que "las inyecciones de hormigón líquido que se deben realizar en los futuros terrenos por los que pasará la línea 9 no han fraguado tal y como estaba previsto".

La Generalitat niega que su inactividad se deba a problemas de inestabilidad del terreno.

Edificios sensibles

Los edificios analizados podrían ser más sensibles que otros al paso de la tuneladora por debajo de ellos y por eso se ha encargado un informe que debería estar acabado en enero.

"Se trata de minimizar al máximo los efectos o que sean inapreciables", según la fuente de la Generalitat que enfatizó que el objetivo es "buscar la máxima seguridad" para los vecinos del distrito.