'Guerra Mundial Z', el penúltimo episodio de la moda zombi

  • La última película de Brad Pitt, 'Guerra Mundial Z', recurre al filón zombi pero está más cerca de la acción apocalíptica que del terror.
  • El primero que logró un gran impacto con una historia zombi fue Romero, que en 'La noche de los muertos vivientes' sentó las bases del zombi moderno.
  • Una variedad más reciente del cine zombi que ha dado muchos frutos es la cómica, desde la británica 'Zombis party' a 'Bienvenidos a Zombieland'.
Escena de la película 'Guerra Mundial Z'.
Escena de la película 'Guerra Mundial Z'.
Paramount Pictures
Escena de la película 'Guerra Mundial Z'.

Aunque Guerra Mundial Z está más cerca de la acción apocalíptica que del terror, la nueva película de Brad Pitt tira del filón zombi, un subgénero cinematográfico que no pasa de moda y cuyo origen e inspiración se remonta al vudú y la magia negra del Caribe.

El éxito de la serie de televisión The Walking Dead, estrenada a finales de 2010 y que ya va por su cuarta temporada, dio un nuevo impulso a la "zombimanía" y acabó de convertirla en un fenómeno de masas al que próximamente tiene previsto sumarse el mismísimo Arnold Schwarzeneger. El mítico Terminator tiene en cartera Maggie, un thriller de terror acerca de una adolescente infectada por un zombi, en el que interpretará al padre de la protagonista, Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine).

La mitología zombi bebe de las religiones sincréticas haitianas, entre cuyas ceremonias se han documentado prácticas caníbales y rituales en los que un hechicero "resucitaba" mediante supuestos medios mágicos a un muerto enterrado para después manipularlo a su antojo. Esos muertos vivientes "sometidos" protagonizaron la que está considerada como primera película del género, White Zombie (1932, en España La legión de los hombres sin alma), dirigida por Victor Halperin y protagonizada por un Bela Lugosi, que se acababa de dar a conocer como el temible Drácula.

Pero el primero que logró un gran impacto en las salas de cine fue George A. Romero, que en La noche de los muertos vivientes (1968) sentó las bases del zombi moderno, antropófago y descontrolado, más bien bobo y lento, que sale de su tumba con el único objetivo de alimentarse de carne humana viva. En la visión de Romero, estos seres monstruosos solo pueden eliminarse mediante un tiro o un golpe en la cabeza y tienen la particularidad de que, al matar a humanos vivos, estos se convierten a su vez en zombis.

El director neoyorquino firmó otros dos clásicos del género años después: Zombi (Dawn of the dead, 1978) y El día de los muertos (Day of the dead, 1985). Si de la primera ya hizo una versión Zack Snyder en 2004, el remake de la segunda lo están preparando Lati Grobman y Christa Campbell, productoras de la reciente La Matanza de Texas 3D (Texas Chainsaw 3D).

Wes Craven (Pesadilla en Elm Street, Scream) volvió en 1988 a la fuente original y, basándose en parte en un libro de Wade Davis, narró en La serpiente y el arco iris la historia de un antropólogo que viaja a Haití a investigar el caso de un hombre presuntamente envenenado y víctima de un proceso de zombificación. También Jacques Tourner maneja referencias del vudú en Yo anduve con un zombi (I walked with a zombie, 1943), el siniestro viaje de la enfermera Betsy a una isla caribeña para cuidar a la esposa de un terrateniente.

Una variedad más reciente del cine zombi que ha dado muchos frutos es la cómica, desde la británica Zombis party (Shaun of the dead, 2004), que impulsó las carreras de Simon Pegg y Nick Frost, a la irreverente Bienvenidos a Zombieland (2009), protagonizada por Woody Harrelson y Emma Stone, y en la que la causa de la epidemia es la ingesta de una hamburguesa en mal estado.

El tema también ha dado para entregas "palomiteras" como la saga protagonizada por Milla Jovovich Resident Evil o Soy leyenda (2007) con un Will Smith en un escenario apocalíptico muy en la línea de Brad Pitt en Guerra Mundial Z.

Algunos se sorprenderán al saber que cineastas consagrados como Peter Jackson o Danny Boyle tampoco se han resistido a la plaga. El director aclamado por El señor de los anillos y El Hobbit comenzó su carrera rozando el gore con películas como Braindead, mientras que el británico dejó atrás las drogas de Trainspotting con 28 días después, que introdujo a un nuevo tipo de zombi veloz (los infectados).

En España, Juan Carlos Fresnadillo se apuntó a hacer la secuela de la película de Boyle con el título 28 semanas después, y otro exponente con gran acogida y de la que se prepara una cuarta entrega, fue REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza.

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