El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lucena (Córdoba) ha imputado al alcalde de Benamejí, José Ropero (PSOE), y al teniente de alcalde de Urbanismo, Francisco Hoyos, por la supuesta comisión de un delito de malversación como consecuencia del cobro de las dietas supuestamente irregulares.

Según adelanta este jueves 'El Día de Córdoba' y han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, ninguno de los dos ha prestado aún declaración ante la autoridad judicial y en estos momentos el juzgado instructor está recabando información a petición de la Fiscalía, que ha solicitado una prueba documental.

En concreto, a principios de junio, el Ministerio Público pidió imputar "a todos los beneficiarios" que cobraron las dietas irregulares en el Ayuntamiento de Benamejí, una circunstancia que implicaría a casi 40 personas, aunque hasta ahora sólo se han concretado dos imputaciones. La Fiscalía remitió las actuaciones al juzgado decano de Lucena para su reparto, al tiempo que dio traslado al Tribunal de Cuentas a efectos de determinación de alguna responsabilidad contable.

En su decreto, la Fiscalía Provincial de Córdoba ya solicitaba que se indicara la persona que ostentó el cargo de secretario interventor desde 2002 hasta 2012 y reclamaba al Ayuntamiento benamejicense la documentación relativa a la fiscalización de los gastos, así como los decretos de ordenación del pago.

Cerca de 75.000 EUROS

La denuncia en el plano político del cobro irregular de dietas en el Ayuntamiento de Benamejí partió del grupo de IU, que localizó una serie de errores en los formularios que se utilizaban para esos fines. Ante esta situación se puso en marcha una comisión de seguimiento sobre las dietas irregulares, que estudió el periodo comprendido entre 2002 y 2012. En total, se detectaron 74.084 euros pagados de manera irregular, que tendrán que devolver un grupo de casi 40 personas, entre técnicos y políticos.

No obstante, el 95 por ciento de esos 74.000 euros serán reembolsados por sólo dos personas: el alcalde, José Ropero, y el concejal de Urbanismo. Entre los dos se embolsaron más de 70.500 euros en dietas irregulares, de los que 49.676 tiene que reponer el regidor y 20.898 el otro edil.

En el caso de Ropero, se trata del 52 por ciento de todas las dietas que cobró en los once ejercicios investigados, si bien Hoyos debe devolver el cien por cien de lo cobrado, pues la comisión determinó que al tratarse de un concejal con dedicación exclusiva no tenía derecho a la percepción de ese dinero extra. El acuerdo es que los implicados devuelvan el 50 por ciento durante el presente ejercicio y el restante 50 por ciento, a mediados de mayo de 2015, antes de la celebración de las próximas elecciones municipales.

La comisión también destacó que en 2008 el alcalde se anotó más de 17.300 euros en dietas, cuando en realidad sólo debería haber percibido 5.120 euros. El primer edil ya anunció que devolverá parte del dinero con un reintegro y otra parte mediante una donación.

La denuncia del pa

No obstante, la investigación judicial parte de una denuncia presentada por el PA de Benamejí ante la Fiscalía Provincial de Córdoba, y no de los trabajos de la citada comisión política. Mientras, el alcalde ha explicado que el Ayuntamiento ya ha remitido la documentación requerida por el Tribunal de Cuentas, si bien aún no ha enviado al juez instructor las pruebas requeridas al desconocer qué datos en concreto ha pedido el magistrado. El Consistorio, de hecho, ha contactado con el juez para que aclare a qué documentos se refiere.

Cabe destacar que el Ayuntamiento de Benamejí dio por cerrado el martes la polémica de las dietas con la celebración de un pleno extraordinario requerido por el PP, cuya representante en la comisión de investigación decidió abandonar las sesiones tras la primera reunión. Ropero reconoció en el Pleno del martes que entre 2002 y 2007, aparte de las dietas, cobró 900 euros mensuales en concepto de gastos de representación. El primer edil recordó que esta cifra fue acordada "por unanimidad" del Pleno, que también asignó 250 euros mensuales por el mismo concepto a los concejales con dedicación. "Yo no tenía ningún sueldo", se defendió Ropero.