La Cámara de Comercio de Barcelona estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de Cataluña ha registrado en el segundo trimestre de este año un crecimiento intertrimestral del 0,1 %, una recuperación que se produce antes de lo previsto y que pone fin a 18 meses consecutivos de caídas.

Esta mejora del PIB ha sido posible por el buen comportamiento de las exportaciones y de los servicios turísticos, sobre todo de la hostelería, según ha explicado este miércoles el presidente de la Cámara, Miquel Valls.

Esta ligera recuperación en el segundo trimestre pone de relieve el "cambio de ciclo" en la economía catalana y permite moderar la caída interanual del PIB de la comunidad hasta el -1,3%.

La institución cameral apunta a que la actividad económica continuará mejorando en el tercer trimestre, por lo que todo indica que en el segundo semestre del año Cataluña dejará atrás la recesión.

"Volvemos a la senda del crecimiento y lo hacemos antes de lo previsto y antes que el conjunto de España", ha señalado Valls, que ha advertido, no obstante, que esta tendencia positiva se puede ver "truncada" si el gobierno catalán mantiene su política de incremento de la presión fiscal.

La inversión ejecutada en Catalunya por Fomento —incluye el Ministerio y empresas públicas dependientes como Adif, Aena y Renfe— ha sido inferior a la comprometida durante 11 años consecutivos. Asimismo, el grado de ejecución presupuestaria ha sido del 77,4%, frente a la media del 86,5% en el conjunto de autonomías.

El diferencial entre Catalunya y el conjunto de comunidades se ha ampliado entre en 2010 y 2011, ha señalado Valls, y ha destacado que la ejecución ha sido superior al 100% en Castilla La Mancha y Aragón, mientras que ha sido inferior al 80% en Catalunya, País Vasco, Baleares y La Rioja.

De hecho, Catalunya es la cuarta comunidad que ha registrado el porcentaje más bajo de ejecución-inversión liquidada sobre la inicialmente fijada en los Presupuestos Generales del Estado.

En cuanto a la inversión por regiones del Grupo Fomento, ha recibido el 16,9% en este decenio, por debajo del 18,7% que le habría correspondido según su peso económico.

El Arco Mediterráneo —Catalunya, Islas Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia— acumula un déficit de inversión en infraestructuras de 6.667 millones de euros en relación con su PIB.

En cambio, el centro y el sur peninsular tienen un superávit de 5.744 millones, lo que supone "una inversión superior a la media en todo el periodo, en el que se han sucedido gobiernos del PP y el PSOE", ha apuntado Valls.

También ha subrayado que este déficit de inversión en el Arco Mediterráneo tiene una correlación directa con el déficit fiscal que sufren las comunidades que lo integran.