La alcaldesa de la localidad gaditana de la Línea de la Concepción, Gemma Araujo (PSOE), ha calificado como "inhumana e impropia de un gobierno europeo" la situación creada en la frontera por las retenciones de más de cinco horas de los vehículos que salen de Gibraltar "tras la orden dada desde el Gobierno de Mariano Rajoy a la Guardia Civil".

En una nota, señala que , después de los "distintos ofrecimientos de colaboración" que por parte del Ayuntamiento se asegura que se han hecho al subdelegado del Gobierno para "colaborar y dar alternativas al problema y el rechazo" por parte de éste, "sólo queda ayudar a los que están sufriendo esas colas repartiendo agua y asistiendo con personal de Protección Civil las emergencias que pudieran existir poniendo a disposición la ambulancia de la ciudad".

"Esta actitud más propia de gobiernos dictatoriales que de demócratas, lejos de perjudicar a quien se pretende, es decir los gibraltareños, a quienes están perjudicando principalmente son a los cientos de turistas españoles venidos de otras provincias que se encontraban en el Peñón y que, sin previsión ninguna, niños, mujeres, ancianos, se encuentran sometidos a más de cinco horas de espera en una cola", afirma, criticando la "sin razón de un gobierno sin rumbo, sin orden ni concierto, inmerso en el mayor problema de corrupción política que se ha vivido en la democracia, hace que, en aras del patriotismo más rancio, se perjudique a sus propios compatriotas".

Además, insiste en que "por enésima vez" se perjudica al pueblo de La Línea, a los "miles de linenses que cruzan la frontera para trabajar o buscarse la vida fuera de su país donde el paro alcanza los 6 millones de personas, a los comerciantes de la ciudad que ven como bajan sus ventas en estas situaciones".

Según la alcaldesa, lo más "irracional" de todo, es que estas medidas "no conducen a solucionar ningún problema". "El conflicto con los pescadores, los problemas de los trabajadores españoles y cualquier otro que pueda surgir entre vecinos debe tratarse desde el diálogo, el buen entendimiento y la predisposición a solucionarlos", recalca, apuntando a la labor "fundamental" que desempeñaba la Mesa de Diálogo, que "Rajoy dinamitó nada más llegar".