Casi la mitad de los navarros no llega a cepillarse los dientes tres veces al día, según Irache

Casi la mitad de los navarros, un 47 por ciento, se cepilla los dientes menos de tres veces al día, según revela una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. En concreto, un 30 por ciento lo hace dos veces y un 15 por ciento una vez al día, mientras que hay un 2 por ciento que no llega ni a este mínimo.
Cepillo de dientes
Cepillo de dientes
THEGREENJ/WIKIMEDIA COMMONS
Cepillo de dientes

Casi la mitad de los navarros, un 47 por ciento, se cepilla los dientes menos de tres veces al día, según revela una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. En concreto, un 30 por ciento lo hace dos veces y un 15 por ciento una vez al día, mientras que hay un 2 por ciento que no llega ni a este mínimo.

Por otro lado, sólo un 18 por ciento de los ciudadanos acude más de una vez al año al dentista, un 58 por ciento va una vez y un 23 por ciento acude menos de una vez al año. El 67 por ciento de los encuestados admite que no utiliza seda dental en su higiene bucal y uno de cada tres sí la usa, según ha informado Irache en una nota.

La encuesta refleja, por otro lado, que a más edad, menos hábito de lavarse varias veces los dientes. Mientras que el 68 por ciento de los jóvenes lo hace tres o más veces, sólo lo lleva a cabo el 37 por ciento de los mayores.

Las mujeres también lo hacen con mayor asiduidad (66%) y utilizan más el hilo dental (40%) que los hombres (27%). En cuanto a las visitas al dentista, aunque no hay diferencias muy claras, sí se aprecia que con los años la frecuencia de las visitas disminuye.

Por otro lado, hay más hábito de cepillarse los dientes en la capital (65%) y menos en las localidades pequeñas (43%), una tendencia que se repite con el uso de la seda dental (41% frente a 28%), según Irache.

Consultas por precios

En la asociación Irache se reciben con cierta asiduidad consultas relacionadas con profesionales o centros odontológicos. En ocasiones se trata de personas que protestan por la tarifa que les ha cobrado el dentista por un empaste o la extracción de una pieza dental. Otras veces se trata de tratamientos más complicados como ortodoncias, puentes o implantes.

Además de la disconformidad con el precio cobrado finalmente, Irache ha destacado que muchas personas se muestran disconformes con el resultado obtenido con el tratamiento: en algunos casos consideran que estéticamente no ha quedado como se le prometió y en otros el cliente siente molestias o que las piezas no han quedado colocadas con la suficiente solidez, por ejemplo.

Dado que las tarifas de los dentistas son libres, ha indicado la asociación, lo más recomendable siempre es pedir un presupuesto anterior a la intervención en el que consten los servicios a realizar para que el dentista se tenga que ajustar a él en el momento del cobro.

Irache ha concluido que si se trata de una intervención más complicada, lo más recomendable es que en el contrato quede plasmado de la forma más detallada posible en qué consiste el tratamiento y el resultado buscado por el que se está pagando al profesional, sobre todo en las intervenciones con un carácter estético.

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