El Hospital Comarcal de Melilla se ha visto obligado a cerrar todos los quirófanos y paritorio, en el único hospital existente en la ciudad española del Norte de África, después se produjera anoche un incendio en el 'Sistema de Alimentación Ininterrumpida' (SAI), situado en la planta donde estaba ubicada la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

En declaraciones a los periodistas, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha explicado que el suceso se originó en una especie de generador de electricidad que se usa cuando hay una caída de la energía eléctrica, denominado SAI, que se encuentra en la planta de la UCI. El fuego provocó una gran humareda que afectó no sólo a la unidad de vigilancia intensiva sino también a otros pasillos como el de Pediatría, hasta el punto de que los niños y embarazadas fueron desalojadas durante los trabajos de los Bomberos para sofocar las llamas.

El incidente, tal y como ha comentado El Barkani, ocurrió además cuando en ese momento entró en Urgencias una persona con una parada cardiorrespiratoria, que tuvo que ser atendida de urgencia. Otro tanto de lo mismo ocurrió con una mujer que iba a dar a luz.

Asimismo ha indicado que el director médico habló con las personas que esperaban para ser atendidas en Urgencias, que en aquellos casos en los que fuera posible, que acudieran a urgencias normal del Centro de Salud de Álvaro Bazán.

Mientras todo esto ocurrió, fueron llegando familiares de los pacientes, a los que se les pidió que esperaran fuera del hospital mientras los Bomberos realizaban su labor.

Abdelmalik El Barkani ha manifestado que una vez que los Bomberos sofocaron el fuego, realizaron trabajos para despejar de la intensa humareda el pasillo afectado, todo ello a través de un sistema de ventilación.

Así las cosas, el delegado del Gobierno ha indicado que los pacientes de las zonas más dañadas, como UCI y Pediatría, han tenido que ser reubicados en otras zonas del Hospital Comarcal, preparadas para acogerlos. Este el caso de cuatro pacientes de la unidad de cuidados intensivos, que fueron llevados a la Unidad de Diálisis Peritoneal y once niños de Pediatría, que fueron trasladados a la planta de Traumatología.

El director provincial del Instituto de Gestión Sanitaria, Francisco Robles, ha indicado por su parte que se va a habilitar uno de los cuatro quirófanos para las operaciones urgentes mientras el resto de intervenciones programadas se han pospuesta hasta que el hospital recupere su normalidad, que espera ocurra en una semana.

Asimismo ha indicado que han pedido la colaboración de una clínica privada y del Hospital Carlos Haya de Málaga por si tuvieran que realizar alguna operación urgente que no se pueda llevar a cabo en las actuales condiciones del hospital melillense.