Una habitación de juguete

Como los mayores

Si hay algo que de verdad seduce a un niño es poder imitar la vida de los padres. Cuando sus muebles y juguetes copian las actividades de los mayores se sienten más interesantes y aprenden los hábitos diarios fácilmente. Si, por ejemplo, el padre es músico, la tecnología abarca desde la mesa de mezclas para pinchar en directo hasta una batería en miniatura con la que molestar a los vecinos. Si la madre es vendedora, los pequeños pueden recrear la tienda en casa, con caja registradora y todo.

Cuando la habitación infantil necesita aprovechar el espacio al máximo, aunar la cama, el escritorio y el armario en diferentes alturas es muy socorrido. Se puede acceder a la cama con una escalerita, dejando la parte de abajo para estudiar o crear una casita de juegos en la que sentirse protegido.

En el salón se puede colocar un pequeño revistero para los cuentos y cuadernos de pintura. También un sofá para la princesa o el príncipe de la casa donde no les colgarán las piernas. Y para que enredar en el suelo no suponga coger frío, las alfombras más divertidas y coloridas darán el toque acogedor.