La Policía Nacional de Córdoba ha detenido en los últimos meses a dos personas, en dos operaciones distintas, acusados de la trata de mujeres a las que obligaban a ejercer la prostitución.

En un comunicado, la Policía detalla que la primera actuación policial se inició en abril y que se llevó a cabo a partir de la denuncia de una de las chicas que supuestamente ejercía la prostitución en un polígono industrial de la capital.

La denunciante manifestó a los agentes que había sido víctima de coacciones y amenazas graves por parte de un individuo, "el cual le exigía que se marchase del lugar donde ejercía la prostitución para quedarse él con el monopolio del negocio en el polígono".

A raíz de dicha manifestación, los agentes determinaron que el supuesto proxeneta se encargaba de explotar sexualmente a varias chicas en el polígono industrial, quitándoles a estas el dinero que obtenían de tal actividad.

Entre estas chicas, se encontraba una "declarada incapaz" y que supuestamente se aprovechaba de su minusvalía "para obligarla a ejercer la calle" y quedarse con los beneficios obtenidos, "al ser una persona vulnerable e incapaz de tomar decisiones por su cuenta y siendo fácil de manipular".

Además, los agentes constataron que el supuesto proxeneta "obligaba a la incapacitada a vestir de forma provocativa para el ejercicio de la prostitución".

Según se fue desarrollando la investigación, la Policía acreditó que este hombre la obligaba a ejercer la prostitución, tanto en la calle como en hoteles de esta ciudad y en domicilios particulares, con clientes con los que previamente concertaba las citas, "llevándose todo a cabo a sabiendas de que la misma sufre una minusvalía psíquica".

"No sólo obligó a la joven a ejercer la prostitución, sino que, además, cuando realizaba algún servicio sexual, tenía que intentar sustraer a los clientes cuantos efectos de valor portaran, como dinero en efectivo y teléfonos móviles", sostiene el comunicado.

De esta manera, la Policía estima que el supuesto proxeneta ha podido conseguir, a través de la joven, unos beneficios de unos 17.500 euros aproximadamente.

Por todos estos motivos, y una vez liberada la chica, se localizó al individuo, "que había huido" a Francia y Rumanía durante dos meses, para posteriormente regresar a Córdoba, donde fue detenido, "portando en el momento de la misma documentación de la chica explotada, pasando a disposición judicial e ingresado en prisión".

En la segunda actuación policial se desmanteló "un piso-prostíbulo" situado en la zona centro de Córdoba, que supuestamente era regentado por una mujer, la cual fue detenida como presunta autora de los delitos contra el derecho a la intimidad, detención ilegal, relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores.

Anuncio en internet

La investigación se inició a partir de la denuncia presentada por una chica, la cual manifestó a los agentes encargados de la investigación, que todo comenzó cuando, a través de un anuncio que vio en internet, en el que se ofertaba un trabajo para realizar masajes orientales y en la que remuneración era buena, se decidió en ponerse en contacto con la detenida.

Esta le informó de las condiciones de trabajo, "consistiendo sólo en dar masajes a hombres, en tatami oriental, teniendo que estar en la salita del citado inmueble junto a otras dos chicas más, hasta que llegara un cliente, con el que pasarían a una de las habitaciones, y procederían a dar el masaje".

Una vez que empezó a trabajar, "la denunciante comprobó que se trataba de un piso prostíbulo, siendo obligada no sólo a realizar masajes desnuda, sino también a tener relaciones sexuales con los clientes, por tales motivos consiguió marcharse del piso y denunciar los hechos".

Así, la Policía identificó a la mujer que regentaba el inmueble que supuestamente se dedicaba a la prostitución, por lo que se realizó inspección y control en el inmueble, comprobando 'in situ' como se trataba de un prostíbulo, procediendo a la detención de la misma.