El tribunal entiende que la dirección vulneró la intimidad del trabajador, ya que para descubrir si éste estaba extrayendo o no material «sensible» entró en el ordenador personal que el trabajador usaba en su puesto de trabajo.El trabajador readmitido utilizaba una memoria externa para llevarse material de su ordenador, que según la empresa, era de gran importancia.
La dirección llevó el ordenador a una consultoría externa para que analizase si el empleado expulsado había realizado «manipulaciones extrañas».
75% del material informático que la empresa analizó era personal. Es intromisión, dice el juez.
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