Sucede el accidente, empieza el drama y, después del inmenso dolor, llegan las responsabilidades. Las culpas. Y, por supuesto, las indemnizaciones. Se supone que es imposible cuantificar el daño, pero se hace. Y tragedias como la de ayer tienen un precio: el de cada fallecido, unos 146.000 euros. Los heridos supervivientes, mucho más (hasta un millón de euros), y también un largo camino de sufrimiento y peleas.

En un caso como el del accidente de tren de Santiago, las víctimas tienen derecho a dos seguros. El primero es el seguro obligatorio de viajeros (SOV), que está incluido en el billete. Un billete es un contrato, y en este caso el Código Civil, art.1902, establece unos daños y perjuicios. La relación contractual establece, por fallecimiento y actualizada con el IPC actual, hasta 46.766 euros en caso de muerte. Pero, además, está la responsabilidad civil por daños a terceras personas. En este caso se acude al seguro de vehículos de motor, que establece una media de 100.000 euros por fallecido.

El reglamento dice que estas cantidades son complementarias, aunque hay una teoría jurisprudencial que dice que ambas cifras se pueden sumar. Como explica Ignacio González, del despacho DPG Legal, dos sentencias en Barcelona y Asturias decidieron que las dos indemnizaciones se sumen. Probablemente, en el caso del accidente de ayer pasará lo mismo.

¿Quiénes pueden reclamar una indemnización por lo ocurrido? En el caso de los fallecidos, no habrá problemas: bastará presentar un libro de familia para que sus allegados, padres, esposa, hermano o quien corresponda, ingrese los 100.000 euros de la primera indemnización y los 46.000 del SOV. Tendrán más problemas los heridos, porque las aseguradoras tendrán más dificultades para cuantificar la cifra. En todo caso, mucho dinero. "A la aseguradora le va a salir caro lo ocurrido, y para las familias será duro", afirma González. "Los muertos son cuantificables. La pelea vendrá con las mutilaciones, las heridas, la invalidez... Y no todo el mundo sabe tratar esos temas".

El codigo deontológico del Colegio de Abogados recomienda, casi exige, que no haya búsqueda de clientes (en este caso, de víctimas). Pero González lo reconoce: "Habrá abogados que, en el mismo hospital, ofrecerán sus servicios", afirma. "Un accidentado con lesiones graves es, a nivel profesional, un cliente muy bueno. Un pleito irrechazable". Por eso, cualquier abogado lo hará gratis, aunque aunque pactará un porcentaje, en función de las lesiones. En caso de fallecimiento, alrededor de un diez por ciento, "aunque hay empresas que cobran un 25 y otras un 5", explica González. En un lesionado de mucha gravedad, se puede bajar hasta el 7%. Mucho dinero: un tetrapléjico puede recibir una indemnización de un millón de euros, y un parapléjico 800.000.

Cifras difíciles de conseguir, procesos largos y tortuosos que sumar al enorme e irreparable daño sufrido por las víctimas. En este caso en concreto, sin embargo, González cree que las aseguradoras "actuarán con muchísima sensibilidad. No es un accidente de coche, en el que pueden alegarse concurrencias, alargar plazos... Esto le llega a todo el mundo. Está en juego su imagen, así que serán simpáticas".

En cuanto a la responsabilidad, la penal se dirigirá seguramente al conductor, y luego se indagará sobre si hay más responsabilidades. La civil es para la aseguradora. Ellos indemnizarán a las víctimas en nombre de Renfe, responsable solidario del conductor (él no puede hacerse cargo de las indemnizaciones) y propietaria del vehículo.

En el juzgado, el trabajo será ingente desde ahora mismo. "Conviene que las víctimas, o sus familiares, recurran a abogados de confianza. En principio, no parece un caso difícil, y no habrá diferencias sustanciales en las indemnizaciones. Pero conviene que, en la medida de lo posible, lo manejen despachos con expertos en daños corporales". Que valoren bien las secuelas, que sepan de qué están hablando. "La cárcel está muy bien, y es lo que todo el mundo pide primero, pero tanto los que sobreviven al fallecido como el lesionado necesitarán el mayor dinero posible para superar lo ocurrido", concluye el abogado.