La empresa taiwanesa BenQ, el cuarto mayor fabricante de móviles del mundo, ha anunciado ayer el inicio de la liquidación de su filial de telefonía móvil adquirida hace un año a Siemens AG.
El cierre de esta división, que podría evitarse si un inversionista está dispuesto a hacerse cargo de la empresa, afectará a sus 3.000 empleados.
La filial de telefonía móvil de BenQ en Alemania inició los trámites de insolvencia, después de pasar el plazo de tres meses tras la declaración de bancarrota.
El administrador de la insolvencia de la empresa de telecomunicaciones BenQ, Martin Prager, afirmó que hasta hoy no había tenido ninguna oferta para comprar a la compañía.
También dijo que su trabajo ahora era encontrar el mejor precio posible para los activos de la empresa. Estas declaraciones se producen justo un día después de que un tribunal de Munich abriese los procedimientos para declarar a la empresa de Munich BenQ Mobile en insolvencia.
El consorcio, que anteriormente formaba parte del gigante electrónico de Siemens, ha despedido a 2.000 de sus 3.000 empleados.
El grupo taiwanés fabrica productos electrónicos como televisores, ordenadores o reproductores de MP3, provee equipos a Motorola, Nokia y Kyocera, y el 7 de junio de 2005 se convirtió de pronto en el cuarto mayor fabricante de móviles al firmar la compra de la división de celulares de Siemens.
La empresa taiwanesa anunció, en octubre de 2006, que había sufrido pérdidas de 330 millones de dólares en su filial alemana de telefonía móvil.
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