Las Corts Valencianes han aprobado por unanimidad una declaración institucional en la que instan a ThyssenKrupp a paralizar cualquier tipo de procedimiento de cierre de la planta de Galmed en Sagunto (Valencia) hasta que no se haya resulto la venta de la empresa.

Asimismo, han pedido a ThyssenKrupp que se comprometa a vender Galmed, y han solicitado a las autoridades públicas competentes a "mantener toda la intensidad y la decisión política para preservar el empleo en la planta saguntina", así como en todo el sector industrial de la Comunitat Valenciana.

La declaración institucional —firmada por los portavoces del PP, el PSPV, Compromís y EUPV— señala que a pesar de las "numerosas negociaciones" entre los representantes de los trabajadores de la empresa Galmed Sagunto y la dirección de ThyssenKrupp encaminadas a evitar el cierre de la factoría, el 1 de julio se inició el proceso de Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que pretende el despido colectivo de 165 trabajadores.

"La unanimidad conseguida entre todas las fuerzas políticas a nivel municipal, autonómico y estatal no han podido disuadir a la empresa de cerrar y no vender Galmed", indica el parlamento valenciano. Asimismo, añade que se trata de una decisión "injustificada e injusta" ya que "no han podido demostrar que la factoría saguntina no sea rentable", de modo que "queda en evidencia que nos encontramos ante una deslocalización en función de intereses alemanes y de una política proteccionista que atenta contra los principios de la Unión Europea".

Por ello, las Corts consideran que hay que "seguir luchando para evitar el cierre por parte de ThyssenKrupp", sobre todo para que no se produzca "cuando parece que hay propuestas de compra", tal y como aseguró el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch.

Para la cámara autonómica, la oferta de compra, teniendo en cuenta la intención de cierre de la empresa, es "la única realidad para mantener la actividad y los puestos de trabajo que, en todo caso, evidenciaría las verdaderas intenciones de la multinacional alemana".

"precedente muy peligroso"

"El papel de la política y de las instituciones es clave en este asunto, más allá de la cifra concreta de trabajadores implicados", porque, tal y como señala la declaración institucional, "el cierre de una industria con beneficios para trasladar la producción a otro país de la Unión es un precedente muy peligroso".

Sobre todo, añade, "teniendo en cuenta que el 90 por ciento de los clientes de Galmed son factorías automovilísticas radicadas en el Estado Español, entre ellas Ford, que deberán soportar el aumento del coste del producto derivcado del factor logístico".