Los juegos del hambre

Los árboles del envoltorio televisivo no siempre nos dejan ver un espléndido bosque de supervivencia extrema.
Los juegos del hambre
Los juegos del hambre
Los juegos del hambre

De los despojos de la telebasura, igual que de aquellos quesitos del Trivial Pursuit, pueden surgir debates interesantes. E incluso películas apreciables. A la espera de que la intelectualidad defina la frontera entre literatura juvenil y subliteratura, la puesta en imágenes de la primera entrega (esto va para saga, por supuesto) de Los juegos del hambre ha encontrado un amplio espacio para desplegar sus garras y atrapar a todo el que pase, haya leído o no las novelas. Digamos que juega en varias canchas a la vez. A veces gana bien, otras empata y en alguna que otra pierde. Por goleada. Sin embargo, parece que todo, lo bueno y lo malo, acaba siendo un pretexto para dejar claro que esto no es Crepúsculo. Es una apuesta inteligente, pero ¿es eso suficiente?

Un abanico de referencias curioso, aunque reconocible, menos efectista de lo esperado en un filme para chavales se abre con imágenes que entroncan con la América de la Gran Depresión, en un tono realista que remite tanto a los fotógrafos del New Deal como al anterior filme de su heroína. Jennifer Lawrence parte de circunstancias muy similares a Winter’s Bone (con guiño incluido a su dieta salvaje) y acaba encontrando el perfil agresivo que mejor combina en situaciones extremas con uno de los rostros más sensuales del momento. Y no lo tiene fácil, porque la vida (y la película) le preparan una encerrona: ecos de Fahrenheit 451 y hasta del 1984 orwelliano son el preámbulo para el desparrame televisivo que supuestamente confiere hondura al invento. Mentira: no existe la reflexión. Sólo queda la acción.

El Gran Hermano decadente y exagerado que presenta Stanley Tucci (en un paso ulterior a El diablo viste de Prada) y que regula la nueva sociedad mundial en este trasunto de un EE UU posapocalíptico, es lo peor que le puede pasar al filme. Por ética y por estética. Ambas se ahogan en un imaginario que pretende ser atrevido y se queda en grotesco. Una pena, porque como película de supervivencia, más allá de algunos manierismos que todo director que entra en un bosque parece obligado a demostrar, funciona como un reloj cuyas agujas apuntan a un tiempo al espíritu de El señor de las moscas y a un Deliverance sub-18. Quizá se toma demasiado en serio, sí, y no tenga la retranca de Battle Royale, pero se agradece presenciar en un producto tan estudiado los mejores giros de un género de otro tiempo, sin estridencias, todo lo a pelo que se puede presentar una película de un estudio en 2012. Si bien su irregularidad enfrenta al cine con la actual literatura para jóvenes y nos plantea si queda hueco todavía para películas que no huelan a fórmula, sus aciertos dejan un rastro de esperanza en una involución hacia el menos es más. Aunque, si elige el camino más aparatoso y pseudocomprometido del entretenimiento, no será en la segunda parte de esta serie. 

CARLOS MARAÑÓN

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Los juegos del hambre
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  • Sinopsis:

    En el futuro, cada uno de los 12 distritos que forman Panem debn pagar un tributo en forma de dos adolescentes que pelearan a muerte contra los demás representantes en un espectáculo televisivo.

  • RESUMEN: Los árboles del envoltorio televisivo no siempre nos dejan ver un espléndido bosque de supervivencia extrema.

  • ESTRENO: 20/04/2012

  • [The Hunger Games] Ciencia-ficción / EE UU / 2012 / Dir: Gary Ross / Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Elizabeth Banks, Stanley Tucci, Woody Harrelson, Donald Sutherland / Guión: Gary Ross, Billy Ray

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