El actual presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) y líder de la patronal coruñesa, Antonio Fontenla, renuncia a presentarse a la reelección al frente de los empresarios gallegos, aunque ha sugerido que habrá una candidatura alternativa a la ya anunciada por el pontevedrés José Manuel Fernández Alvariño, y ha explicado que la decisión se debe al "bloqueo" establecido internamente por organizaciones integradas en la patronal a otro aspirante.

En una rueda de prensa, Fontenla ha advertido de que la candidatura ya presentada, que cuenta con el respaldo de las direcciones de las confederaciones de Lugo y Ourense, "mediante componendas y arreglos", se ha "repartido cargos y fondos". Cuentan "aparentemente", con un número de miembro "suficiente para que no prospere ninguna otra propuesta", ha añadido.

El actual presidente de la CEG ha criticado que plantea "una filosofía de desunir" y de "defender intereses particulares de unos cuantos en contra de otros". "Yo, con esta filosofía, no participo", ha anunciado el empresario, que ha comparecido con los presidentes de la Federación de la Construcción, Antón Arias, y de los empresarios del Tambre, Jesús Chenel, y ha disculpado la ausencia del responsable de Cofer (empresarios de Ferrolterra), Isidro Silveira.

La decisión de no optar al que sería su cuarto mandato consecutivo la ha tomado, ha dicho, pese a las peticiones e incluso "presiones" de algunos empresarios para que sí concurriese al proceso, que elegirá el próximo 30 de julio a un nuevo presidente de la CEG y que cierra este martes, a las 16.30 horas el plazo para presentar candidatos.

Tras el anuncio del presidente de la confederación pontevedresa de presentarse al proceso electoral, ha relatado Fontenla, "numerosos" empresarios y representantes de agrupaciones empresariales "de las cuatro provincias gallegas" y de las sectoriales se pusieron en contacto con él para manifestar "su alarma por lo que estaban escuchando".

"De esta candidatura, antes de conocer sus propuestas concretas en los temas que afectan al empresariado, se conocía con todo lujo de detalles el reparto de los nombramientos y cargas y, lo que ha creado gran temor, la distribución de los fondos que recibe la organización", ha recriminado y ha señalado que eso creó "un estado de alarma" ante la posibilidad de que "se imponga un modelo que pretende una organización debilitada y hueca, que mantenga una fachada pero carezca de funciones reales".

Por ello, ha asegurado, algunos empresarios lo animaron a presentarse. "Yo tengo que confesaros que no pretendo eternizarme al frente de la CEG", ha señalado y ha explicado que, pese a esta demanda, rechaza presentarse porque "se constata una situación de bloqueo por parte de una serie de organizaciones que dificultan las opciones de cualquier candidatura".

Fontenla ha criticado las "promesas totalmente incumplibles" hechas por la candidatura de Alvariño, al que ha acusado, sin nombrarlo, de tener "como único objetivo alcanzar la dirección de la CEG". Frente a este planteamiento, ha defendido que su postura siempre ha sido la de ser "realista" y la de "no prometer para complacer". "Nos opondremos a una CEG destartalada", ha proclamado.

Una posible candidatura alternativa

El actual presidente de la CEG ha dicho que "nada es irremediable", pero tendría que "producirse un milagro, bajar el Espíritu Santo" y cambiar la postura de la otra candidatura para que él modificase su decisión de no presentarse. "No descarto que se pueda presentar otra", ha respondido, preguntado por si no se propondrá a un aspirante alternativo a Alvariño.

Así, ha dejado abierta la posibilidad de que concurra otro candidato y sobre si se le consultó esta opción, Fontenla ha señalado: "fueron muy respetuosos y dijeron: primero Dios y después los santos". Los apoyos sumados por Alvariño son 76 más los de asociaciones sectoriales —en total se emitirán más de 180 votos en la elección—, por lo que no ha rechazado que pueda ganar otra propuesta. Si la hay, ha dicho, tendrá su apoyo.

Ruptura en la organización empresarial

En cuanto a si hay un riesgo de ruptura en el seno de la organización empresarial, ha replicado que "la mayoría" de organizaciones sectoriales se consideran "perjudicadas" por el planteamiento de la candidatura ya anunciada. "Es muy grave pensar en una escisión, pero si se plantea aplicar un rodillo, no digo que no pueda haber ese resto", ha manifestado y ha añadido que a día de hoy "no es factible pero sí posible".

Sobre su propia situación a partir de ahora, ha indicado que, como presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) los estatutos le reservan el puesto de vicepresidente de la CEG. Para evitar eso, ha indicado, será necesario un cambio de las normas internas, algo que ha prometido precisamente Alvariño. "A Coruña no creo que quiera renunciar a la vicepresidencia", ha avisado y ha señalado que pagan "la mitad de los impuestos".

El reparto de fondos

Fontenla, que ha incidido en que las cuentas de la CEG se pueden consultar en el Registro Mercantil, ha desgranado las fuentes de financiación, que proceden de cuotas de grandes empresas —que se pagan al consejo asesor dentro de la CEG—, de la ley de participación —por la que se consignan fondos a organizaciones de empresarios y a sindicatos—, e ingresos del fondo de formación —que se dota con aportaciones de las cuotas empresariales y de los trabajadores—. Las cantidades están en torno a los 600.000 euros en cada uno de los dos primeros conceptos y superan el millón de euros en el tercero.

La propuesta de la candidatura de Alvariño, ha dicho, es que estos fondos se repartan a partes iguales, pero "desgraciadamente para algunos, como la Confederación de Ourense y la de Lugo, A Coruña tiene más del doble de sus trabajadores". "Lo que es ridículo es que tenga para formación o desempleo casi cinco veces más un trabajador de la provincia de Lugo o de Ourense que uno de la provincia de A Coruña", ha señalado.

"Parece que se ponen de acuerdo tres provincias para recibir fondos, o bien de lo que corresponde a la CEG y sectoriales y que ellos quieren usurpar o de lo que corresponde a la participación de A Coruña, que se quieren llevar para otras provincias. No sé si los empresarios de A Coruña estamos dispuestos a que nos saqueen los fondos", ha advertido y ha considerado que "quieren vender las aceitunas y aún no plantaron el olivo".

Balance de su gestión

Fontenla ha arrancado su comparecencia ante los medios reivindicando su labor al frente de la CEG, que hace 12 años, cuando él accedió a la presidencia en 2001, estaba "en un momento crítico, con muchas posibilidades de desaparecer". Se había hecho "un desfalco" cuantificado en 7 millones de euros, a los que se suman 3 millones de intereses.

La mayoría de esta deuda se ha satisfecho "escrupulosamente" —el plan de devolución no se ha completado totalmente por el momento— y ahora la organización cuenta con unos fondos positivos de un millón de euros. De hecho, está pendiente el juicio contra los antiguos gestores de la CEG —al frente estaba Antonio Ramilo, ya fallecido—, en el que la propia patronal tiene previsto reclamar unos 8 millones de euros.

Lo "más importante", en cualquier caso, ha sido "recuperar el prestigio" de la patronal. "Éramos unos apestados", ha destacado y ha indicado que ahora ni las administraciones ni los sindicatos "huyen" de la CEG. En consecuencia, ha dicho, han recuperado también la capacidad de interlocución.