El conseller de Empresa y Ocupación de la Generalitat de Cataluña, Felip Puig, ha asegurado este lunes que la Marca España "no vende" ni "aporta valor añadido" y que los empresarios catalanes "han visto esto desde ya hace bastante tiempo".

"Es un lastre y dificulta a veces las operaciones", ha ejemplificado el conseller del Govern catalán. Para Puig, Cataluña ya tiene la marca Barcelona y la marca Catalunya. Por eso, ante acciones como la del número dos de la Marca España, destituido por insultar a los catalanes, la reacción del país debe ser "ponderada" y pide "no caer en provocaciones".

En esta línea, ha afirmado, en declaraciones a El Matí de Catalunya Radio, que hay un "cierto sentimiento" entre las estructuras del Estado español de una animadversión creciente hacia la voluntad del pueblo catalán de decidir su futuro. "Suerte que sólo pueden descalificar, ni romper ni destruir", ha concluido.

Puig ha adelantado que el Govern catalán está haciendo un "doble esfuerzo", mejorando la coordinación entre Cataluña y Barcelona para mejorar la colaboración. A la vez, también están poniendo "más ciencia". "Estamos trabajando para que el liderazgo de Barcelona sea bueno para el equilibrio territorial. Barcelona es un valor que multiplica", ha aseverado.