El copropietario de Kontrol 34, Emilio Belliard, ha negado ante el juez que investiga el caso del Madrid Arena que esta empresa se encargara de la seguridad interior del pabellón durante la fiesta, aunque ha reconocido que los trabajadores estaban identificados como "servicio de orden".

Belliard estaba citado como testigo aunque el juez decidió llamarle finalmente como imputado al poseer el 10% de la empresa y ser apoderado del propietario de Kontrol 34, Carlos Manzanares, también imputado en la causa.

María José Siñeriz, abogada de Cristina Arce, una de las cinco jóvenes fallecidas en la tragedia, ha señalado tras la declaración del imputado que Belliard solo ha respondido a las preguntas del juez Eduardo López Palop, de la fiscalía y de su propia defensa.

Ante la negativa de contestar a las acusaciones particulares y popular, que en opinión de Siñeriz suponen "obstrucción a la investigación", las defensas de las víctimas como medida cautelar la retirada del pasaporte.

Una petición que no ha sido aceptada por Palop, quien sí le ha impuesto la obligación de tener que firmar en el juzgado los días 8 y 22 de cada mes, medida que también tiene impuesta el propietario de Kontrol 34.

En los "poco más de diez minutos" que ha durado su declaración, Belliard ha dejado claro que "ratifica" la versión dada al juez por el propietario de Kontrol 34, Carlos Manzanares, que el pasado 10 de abril declaró por segunda vez que la empresa "jamás" se había ocupado de la seguridad interior de la fiesta organizada en el Madrid Arena.

Como Manzanares, Belliard ha señalado que la actividad de Kontrol 34 "no era de seguridad" y que estuvo en la fiesta desde las 22:30 a las 6:00 horas para ayudar a su socio, ha asegurado Siñeriz, a quien tampoco ofrece crédito la afirmación de que ambos estaban allí "para cobrar" los servicios prestados al promotor del evento, Miguel Ángel Flores.

A preguntas de la fiscalía sobre qué servicios prestaron, el imputado ha eludido contestar ni aclarar qué significado tienen las identificaciones como "servicio de orden" que portaban en sus chalecos varios trabajadores de Kontrol 34.

"El eufemismo de servicio de orden es bastante preocupante. La realidad es que estaban dentro", ha destacado Siñeriz, antes de recordar que en "todos los documentos oficiales" de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec) la empresa Kontrol 34 figura claramente como la encargada de la seguridad interior del recinto.

Según Siñeriz, la negación de esta evidencia supone "una huida más hacia delante de Kontrol 34" que desde el inicio de la investigación siempre ha negado que hubiese estado contratada por Diviertt, organizadora de la macrofiesta del Madrid Arena, para la seguridad interna del recinto.

Hasta el momento, Kontrol 34 únicamente ha admitido que facilitó a Diviertt una lista de controladores de acceso, a quienes ellos contrataron, pero la propia empresa de seguridad no fue contratada, ni tuvo nada que ver con la fiesta, mas allá de facilitar a la citada relación.

Así, la empresa de Miguel Ángel Flores fue la que decidió "por voluntad propia" contratar a un total de 63 "controladores" de Kontrol 34.