El quinto encierro de San Fermín resulta rápido y peligroso pero acaba sin heridos por asta

  • El encierro sólo ha dejado un herido por traumatismo.
  • Los toros de Torrestrella llegaban con fama de peligrosos, 21 heridos por asta en 11 encierros, aunque finalmente no ha habido que lamentar ningún incidente.
  • El momento más peligroso lo provocó un toro rezagado en el tramo de Telefónica.
La gandería de Torrestrella ha protagonizado el quinto encierro de los sanfermines 2013.
La gandería de Torrestrella ha protagonizado el quinto encierro de los sanfermines 2013.
EFE
La gandería de Torrestrella ha protagonizado el quinto encierro de los sanfermines 2013.

Pamplona ha vuelto ha vivir este jueves un nuevo encierro, el quinto de las fiestas de San Fermín 2013, que ha resultado rápido y muy peligroso aunque no ha dejado heridos por asta y sólo ha registrado un herido por traumatismo craneal.

El encierro protagonizado por la peligrosa ganadería de Torrestrella, tiene una media de más de tres heridos por encierro, ha durado 2 minutos y 46 segundos.

Los toros de Torrestrella llegaban a este quinto encierro con fama de corneadores, 21 heridos por asta en 11 encierros, y rodeados de una gran espectación, aunque afortunadamente no ha habido que lamentar ningún suceso trágico en una nueva jornada de sanfermines que hasta el momento no ha dejado ningún herido por asta en los cinco encierros celebrados.

La manada se mantuvo unida en los primeros tramos donde uno de los morlacos dio un susto a varios mozos al desviarse un poco y cornear hacia ellos.

Tras una serie de caídas y atropellos los astados giraron en la curva de Mercaderes sin dificultades y encararon la recta de la Estafeta donde la manada se partió en dos y se vivieron momentos muy tensos.

Un mozo salió airoso de un golpe de asta que por poco acaba en tragedia y uno de los últimos astados protagonizó un atropello bastante peligroso que dejó a varias personas tendidas en el suelo.

El momento más peligroso del encierro lo ha protagonizado un toro rezagado en la zona del callejón que puso en tensión a todos los mozos al detenerse en ese tramo del recorrido. Tras dar un par de vueltas, idas y venidas, acercándose a los corredores, el astado finalmente entró en la plaza sin ningún incidente de gravedad.

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