El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha considerado que la historia del País Vasco "no se puede escribir en este momento sin la presencia, el recuerdo y la constancia del testimonio de las víctimas del terrorismo".

En una entrevista concedida a la cadena Cope, recogida por Europa Press, Maroto ha realizado estas declaraciones cuando se cumplen 16 años del secuestro y asesinato del concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, a quien la Fundación Miguel Ángel Blanco ha recordado este miércoles con una ofrenda floral en el monumento que rinde homenaje a las víctimas en Lakua.

Maroto ha destacado que el momento que vive el País Vasco es "distinto" y, "precisamente por eso, es un momento en el que hay que recordar que esta victoria de la democracia respecto a lo que ha sido el mundo de la violencia, de los asesinatos y de las bombas es fruto de la lucha de muchos, algunos desde la política, otros desde la judicatura, otros desde el periodismo".

"Y sobre todo -ha añadido- hay que hacer un agradecimiento expreso y tener un recuerdo muy presente de las víctimas del terrorismo, que dieron lo mejor que ellas tenían, que era su vida, por unas ideas, a veces de una forma impresionante y con testimonios vitales muy importantes".

Por eso, ha reiterado, "hay que saber recordarles, reconocerles su papel" y ha asegurado que "la historia del País Vasco no se puede escribir en este momento sin la presencia, sin el recuerdo y sin la constancia del testimonio de las víctimas del terrorismo".

Miguel angel blanco

Maroto ha recordado que la sensación durante los tres días del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco fue de "angustia terrible" porque, "si todos los asesinatos de ETA fueron duros por los hechos, por lo que representaban, por su crueldad, siempre eran, desgraciadamente, informaciones de lo que ya había sucedido, nos enterábamos de las personas que habían sido asesinadas".

Sin embargo, ha reconocido que con Miguel Ángel Blanco "la tensión era muy superior porque era un anuncio de lo que podía pasar, por tanto, se podía luchar por evitarlo". "Además de un amigo y un compañero, fue una de las víctimas de ETA en este largo serial de más de 800 muertos", ha dicho.